Steve Harrington•Billy Hargrove ONE SHOTS

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QUINTA PARTE (115)

N/A: Lean el aviso del final, es importante.

"¿Por qué haces esto?"

Le diste otra mordida a la hamburguesa que Steve había traído. Al parecer según sus palabras fue que había muchas personas y que fue un mal día para elegir como comida una hamburguesa por lo que de inmediato al escuchar eso empezaste a disculparte.

Steve dijo que no lo hicieras porque de todos modos los otros establecimientos de comida que quedaban cerca estaban cerrados.

Habías estado en shock cuando viste a Steve bajar por la escaleras con un par de bolsas y sujetando en su otra mano contra su costado un par de bebidas grandes.

Te sentaste en el suelo y Steve hizo lo mismo, no te cuestiono el porqué no querías subir así que empezó a sacar la comida. Al principio dabas pequeñas mordías casi sin hambre pero después viste a Steve comer como desesperado mientras hacía sonidos de satisfacción.

Así que asumiste que la hamburguesa debía estar completamente rica y así fue, toda tu estaba disfrutando comer. No recordabas cuando había sido la última vez que pudiste saborear la comida así de bien.

Viste a Steve tomar un poco de su soda cuando hiciste la pregunta, cosa que fue mala idea por su puesto, ya que empezó a toser derramando en el proceso algo de refresco en su camisa.

"Lo lamento, no quise-"

"Esta bien. Debes dejar de disculparte por todo, no es tu culpa"

"Lo sé, lo siento. Es decir... si" Miraste a otro lado y diste un sorbo a tu refresco de uva. "Entonces ¿Por qué de.. repente eres bueno conmigo?"

"¿Te gustó la hamburguesa? Compré una extra por si acaso, si quieres podemos dividirla a la mitad a lo mejor no te la acabas"

Esa fue una interesante forma de evadir tu pregunta así que bajaste la mirada.
Dejaste menos de la mitad de hamburguesa sobre el papel en que venía en vuelta y estaba en el suelo.

Limpiaste tus manos y boca con una servilleta para continuar tomando refresco. Estabas concentrada en cómo Steve movía sus ojos de un lado a otro sin saber que más decir o cómo iniciar conversación.

Tomaste un respiro profundo ante la idea que se cruzó por tu mente. Tal vez tú deberías iniciar una charla para dejar atrás los silencios incómodos.

"Mike no está en casa, ni mis tíos porque salieron de compras y como saben que no me gusta ir ya no me avisan. Por eso la tranquilidad. Aunque... Nancy ha estado rara conmigo, también Jonathan lo que me hace creer que-"

Te detuviste en el momento en que viste una sustancia viscosa bajar por el techo justo frente la cara de Steve. De un momento a otro Steve no se encontraba más en su lugar, sino un cuerpo ensangrentado. Al verlo te paraste rápidamente y retrocediste hasta que tu espalda chocó con la pared.

Cubriste tu boca con tu mano y seguiste caminado hasta subir a tu cama donde te encogiste con los brazos rodeando tus piernas.

Steve no estaba muerto. No, no. Sólo fue tu imaginación, las alucinaciones. Nada más. Pronto se acabaría.

Dos brazos te sujetaron y empezaste a safarte con toda la fuerza que tenías, manoteabas y gritabas que te dejara en paz, su tacto te quemaba como el más puro fuego.

"¡T/N! ¡YA BASTA! ¡NO TE HARÉ DAÑO!"

"¡SUÉLTAME!" Heriste tu garganta al gritar de esa manera. ¡DÉJAME TRANQUILA!"