Kim Taehyung:
Pasaron varios años, cuatro para ser exactos bueno desde ese día empecé a contarlos....
Mi vida cambió completamente, en un periodo de tiempo estuve melancólico ya que aunque Hoseok no me hubiera dejado una marca y no tendríamos un vínculo entre nosotros aún me dolía mucho, como si estuviera a punto de morir pero a pesar de todo JiMin y Jungkook me ayudaron mucho, estuvieron conmigo y más mis hijos que estaban en mi vientre creciendo, sabía que debía luchar por ellos, que debía estar bien solo por ellos.
Al principio pensé que era solo uno pero recibí la gran noticia que eran mellizos, fue una agradable sorpresa, son lo más hermoso que tengo en esta vida, no los cambiará por nada a pesar de que no estaban planeados, no me importaba, vinieron para alegrarme la vida.
Después de tres años me gradué de la universidad, desde pequeño siempre he deseado ser un gran arquitecto y así cumplí mi meta, no fue fácil, fue un duro camino, tenía que cuidar a mis hijos, tenía que ver más por el bienestar de ellos pero todo se volvió más fácil, si podría llegar a decirlo por un hombre que conocí en la universidad.
Hongjoong, él me ayudó mucho con los niños, me apoyó y cuidó en todo, hasta se me declaró, no sabía que tuviera esos sentimientos hacia mi, al principio me sorprendió pero al pesar del tiempo le tuve demasiado cariño pero no cariño sobre amor y parejas, este cariño hacia él era como si fuera de hermandad, algo raro de todas formas pero me mentiría totalmente si dijera que todavía no siento nada por Hoseok.
El amor no se va de la noche a la mañana, a pesar de aquel dolor yo aún lo seguía queriendo, aunque sentía que se iba deteriorando lentamente.
(...)
Hoy era un día perfecto para salir, me encontraba con mis dulces ángeles terminando de cambiarlos, tenia ganas de pasear, no sé a cualquier lugar, tenía un buen presentimiento además que veía con dulzura a mis tan hermosos hijos que estaban contentos por la salida, desde que nacieron me encuentro muy orgulloso de ellos, de tenerlos como hijos son una maravilla, mi bendición, mis luces que iluminaron mi camino cuando estaba oscuro.
—Appa Tae, appa vamos..
Sonreí ante la insistencia desesperada de Taeho, peine un poco su cabello y puse algo de cremita en sus mejillas, siempre precavido.
—Ya vamos bebé, tranquilo.
Termine de poner un moño en la cabeza de mi princesa Ha-Neul, ya listos los agarre de la mano y nos dirigimos hacia el auto viendo a Hongjoong ya en el copiloto, senté a los niños en la parte trasera para después poner el cinturón de seguridad, seguían algo inquietos ni idea no es como si nunca salieran, me senté en el piloto y conduje hasta nuestro destino.
(...)
Caminamos los cuatro hacia un parque conocido conocido donde ambos podían jugar, me miraron curiosos y asentí sabiendo lo que querían.
Jugar.
Mientras Hongjoong y yo nos fuimos a sentar en una de las bancas que había por ahí cerca para mantenerlos vigilados.
(...)
Mire la hora de la pantalla de mi celular, había pasado mucho tiempo y ya debían comer algo, a regañadientes los llame para que fuéramos a un restaurante que estaba cerca de aquí, les prometí que volveríamos dentro de un rato.
Fuimos caminando, quedaba a unas cuadras, "Omeglas", había escuchado sobre este restaurante, tenía excelentes referencias, a penas entre supe el porqué, todo estaba buen ambientado y era un lugar cálido.
Estaba hablando con el mesero pero Taeho soltó mi mano y se fue corriendo a no se donde, no podía ir a los juegos pues se fue corriendo dentro del lugar, me sorprendí al igual que Hongjoong y fuimos hacia Taeho encontrando lo menos deseado.
Se encontraba abrazando a un hombre ¿Qué carajos?, le puede hacer algo a mi hijo ese completo extraño, fuimos hasta ellos y yo con la mente llena de palabras vulgares para aquel hombre igual lo iba a mandar a la mierda pero al mirar bien al hombre me quede helado.
Mi corazón empezó a latir fuertemente sintiendo como mi Omega se levantaba con regocijo, tenía una presión fuerte en mi pecho ganas de llorar no me faltaban, su aroma lo reconocería por donde fuera, tan relajante y adictivo para mi, quería lanzarme a sus brazos para oler bien de cerca su olor pero debía retenerme, mi omega interior aullaba de alegría al verlo no lo iba a permitir, pensé que había olvidado todo esos recuerdos, todos esos malditos recuerdos, era él, definitivamente lo era.
Frente a mis ojos y frente a los niños, joder, ¿Por qué ahora?, ¿Por que no se quedó en el puto lugar donde estaba?, ¿Por qué en estos momentos? ¿Por qué lo abraza?, ¿Será que...? No, ahg, estoy confundido, no no, ahhh, esto jodidamente no puede estar pasando.
Salí de mis pensamientos cuando reaccione al escuchar que Taeho había dicho.
–Appa...
¿Qué?, ¿Lo sabía?, ¿Cómo?, malditas preguntas ni siquiera podía moverme, Hoongjoong me sacudió levemente haciéndome reaccionar.
—¿Qué está ocurriendo amor?
—Nada cariño, ya nos vamos.
Trate de calmarme suspirando pesado, esto no me debe de importar, él no debe de enterarse siento que ni sé lo merece.
—Vamos hijo, ¿Qué hablamos?, no hay que hablar con desconocidos, así que andando.
Trate de cargarlo pero fue en vano, seguía aferrado a él sin tener ninguna intención de soltarlo, esto me estaba poniendo nervioso, era mi hijo, no puede estar pasando por la luna.
—No, yo no quiero, el es mi Appa, ¡Appa!