No sabía donde se encontraba, ni cuántas horas habían pasado lo único que si sabía era que debía escapar de allí sea como sea.
—Eres un imbécil Kim Hongjoong, todavía no comprendo por qué mierda me haces esto.
—¡Oh!, mi amor, ¿Todavía no comprendes?, bueno te lo explicaré en unas simples palabras, eres mío, me perteneces, solo YO te puedo amar, solo YO te puedo tocar, estamos hechos al uno para el otro hermoso, somos destinados.
¿Que mierda tenia en la cabeza para decir aquello?, el Omega nunca lo aceptaría como su destinado aún si fuera el último alfa sobre la faz de la tierra, sin duda este hombre estaba completamente demente, loco, psicopata.
—¿Piensas que haciendo todo este estúpido drama voy a amarte?, estas completamente equivocado idiota, ¡Yo solo voy amar a Jung Hoseok!
De repente el sonido de una fuerte cachetada retumbo en las cuatro paredes, haciendo que TaeHyung aguantara el fuerte dolor de su colorada y pobre mejilla, no tenía límites aquel alfa, nunca antes lo había tocado de esa forma, nunca antes había sido tan agresivo.
—¡NUNCA MÁS MENCIONES AL DESCARADO ESE! ¡TAMBIÉN ME OBEDECERÁS EN TODO LO QUE TE DIGA! ¿ME ESCUCHASTE TAEHYUNG?, porque si no lo haces juro que matare a tus hijos, te lo juro, ¿Quieres eso?
Al escuchar aquellas palabras empezó a llorar desconsolado, sentía que su mundo venía hacia abajo, una punzada fuerte en su pecho apareció y su lobo empezó a aullar de dolor y tristeza, él de verdad quería matar al alfa que estaba a su delante, sentía furia y a la vez tristeza, amenazaba la vida de sus hijos, con ellos nadie se metía, primero tenía que pasar por él antes de ponerle un dedo encima a cualquiera de ellos.
—¡NO! con mis hijos no te metas por favor, no les hagas daño, no los lastimes, te lo suplico, ellos no se merecen esto, a ellos no, yo....
—Ay mi príncipe, no llores, en realidad si se lo merecen pero no te quiero lastimar, no les va a pasar nada si obedeces sin chistar.
—E-esta bien...
Era lo ultimo que le quedaba hacer, debía protegerlos a como de lugar, aún si eso implicaba que lo lastimaran así mismo, sus pequeñas luces, rogaba porque estuvieran a salvo.
(...)
Hoseok manejaba el auto a una velocidad que sin duda sería multado pero poco le importaba, quería llegar rápido a la casa de su omega, no le importaban las palabras de Yoongi, sus advertencias, no le importaba si se iba preso, lo único que quería era proteger a sus cachorros y saber dónde estaba su omega.
Al llegar bajo del coche rápidamente donde casi se cae por la manera en que se movilizaba, tocó varias veces la puerta pero nadie le abrió, se estaba empezando a cabrear, tanto que le valió mierda todo y tumbó la puerta subiendo al segundo piso sin pensarlo cuando escucho pequeños sollozos provenientes de allí.
—¿Cachorros?, ábranme, soy Appa, vengo por ustedes.
—¡Appa!
Los cachorros rápidamente corrieron hacia la puerta y le abrieron a Hoseok, al verlo, los pequeños abrazaron a su padre fuertemente por las piernas, se notaban asustados y muy tristes, los rastros de lágrimas secas no pasaban desapercibidas, el alfa se agacho hasta la altura de ellos estrechándolos entre sus brazos, los iba a proteger de cualquier cosa que los atormentara.
—¿Donde está Appa Tae?, ¿Por qué nos dejaron aquí solitos?
Casi rompe en llanto en ese momento, ¿Como le diría a sus hijos que ni él mismo sabía donde se encontraba su omega?, no podría hacerlo, aún eran tan pequeños que no podía lastimarlos de esa manera, debí mantener intacta su inocencia, haría lo posible para que se mantuviera así.