Sentado al final de las escaleras, mirando hacia la puerta de entrada, Damien escuchaba la pelea constante. A veces podía obviar las voces, acallar sus sentidos tan desmedidamente desarrollados, pero otras... su mente no podía desviar la atención.
Además, la pelea era su culpa. Jimmy decía que debían protegerlo, que él era su ángel; a lo que Damien creía que exageraba por llamarle tan dulcemente "ángel". Por el otro lado, Amelia repetía que Jim estaba loco y había enloqueció a su sobrino, o sea Damien.
Ella le llamaba "Damy", él le llamaba "Cas". Encerrados en la habitación, susurraban una guerra que el ángel escuchaba fuerte y claro.
Los pasos en la escalera le hicieron perderse de una o dos frases. Claire se sentó a su lado en el escalón. La chica sonrió y él hizo el intento de imitarla.
- ¿Qué hacías? – Interrogó Claire. –
- Escuchar.
Claire agudizó sus sentidos, guardando silencio hasta sin respirar, pero no escuchó nada.
- No escuchó nada. – Preguntó curiosa.
- ¿No escuchas a tus padres discutir?
Ella la miró extrañada, y Damien comprendió que eso era otra cosa que solo le caracterizaba él. Suspiró cansado de esta vida, y las palabras "Deshazte de él" llegaron a sus oídos.
La noche llegó, la cena se sirvió, pero Jimmy no pudo sacar a Castiel del sofá, donde podía mirar hacia afuera. Le dejó allí y se unió en silencio a su mujer e hija.
- ¿Vas a dejar que haga lo que quiera? – Interrogó su esposa, de nuevo en susurros. - ¿Le tienes miedo?
- Amelia, basta.
- Tiene más derechos que tu familia, Jimmy.
Las discusiones volvían, y ahora estaban frente a Claire. Damien sabía que no tardaría en culparle por las peleas de sus padres.
- Basta de peleas. – Ordenó el chico, con un destelló azulado brillante atravesando sus ojos.
Amelia quiso reclamar y Jim detenerla, pero en cuanto se giraron hacia él... descubrieron que Damien no estaba.
No recordaba nada ni nadie, y no supo cómo es que llegó allí. Había un viejo granero con puertas a punto de caerse, y su traba astillada, partida al medio. Las paredes de madera eran cubiertas por símbolos de todos los tipos, incluso estaban en el suelo. Dos mesas vacías al centro y restos de focos rotos como confeti alrededor.
- Dean... -
El nombre le vino a la mente como un susurro de sí mismo, en medio de la oscuridad de su mente. Recordaba ojos verdes estupefactos y la sangre brotar de una herida causada por un cuchillo. Olía a pólvora en su recuerdo y a licor.
Sintió un estallido de bala detrás, por lo que giró dispuesto a enfrentar la amenaza... pero todo estaba en su cabeza, que liberaba pequeños trozos de una imagen borrosa.
Bajó la mirada buscando respuestas, y encontró una gota de sangre. Se hincó para estar más cerca de ella, y sus sentidos la reconocieron. Llevaba algo de él en su composición, pero también... de Jimmy.
Salió de allí, hacia el descubierto paisaje. Sus alas le cubrieron de la densa lluvia que comenzó.
- ¡Castiel! – Jimmy le llamaba pero no podía verle.
Quiso seguirle, por lo que comenzó a caminar hacia él.
- Cas, amigo... ¿Dónde estás? – Esa voz sonaba tan familiar, pero no lograba identificarla con un nombre. Ojos verdes volvieron a aparecer en su mente.
Se detuvo, intentando elegir hacia dónde ir. Miró al cielo, buscado ayuda de quien sabe qué. Abrió sus alas y retornó a lo que él entendía como hogar.
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Parte de mi.
FanfictionCastiel es arrancado del cuerpo de Jimmy, su recipiente. ¿Cómo enfrentara la vida el humano después de tanto? Sabe que el ángel sigue allí, esperando a por él pero sin poder unirse. Jimmy x Castiel. NA: Una mención especial a @CassieImpala67, auto...