Parte de mi.

Estallido.

No necesitaba ser un genio para saber que Dean era un excelente conductor y su Impala estaba perfectamente cuidado para soportar una carrera así. Tenía las de perder en un camino rural con su auto familiar, y su única posible salvación era Castiel.

Era una verdadera persecución, pero si el plan de Jim lograba su cometido, no importaba si los Winchester los atrapaban. Mantuvo su pie en el acelerador, prolongando el tiempo lo suficiente para que Castiel recordara como activar su arma.

- ¿Jim...?

El susodicho solo fue capaz de dar un pequeño vistazo al ángel, no quería que se accidentaran en el camino no pavimentado. Una afilada punta metálica relucía de debajo de la gabardina de Cas. Tiró de ella con su mano libre y se cortó en el proceso. Dolió, dolió mucho, y vio su gracia relucir antes que el carmesí de su sangre.

- Necesito que anules el sello, cariño. – Pidió Jim, mirando por el retrovisor a los Winchester.

El ángel volteó hacia el humano. Sabía lo que significaba, lo que quería que hiciese, pero de solo imaginar el dolor, entraba en duda. Finalmente apartó su gabardina y la camiseta que llevaba, descubriendo la rojiza marca en el lado derecho de su espalda baja. Sin pensarlo, hizo un corte diagonal sobre el sello.

Dolió mucho más de lo que imaginaba. Después del corte, el sello ardió, lastimándolo el doble. No gritó, se mordió los labios hasta sangrar para no desconcentrar a Jim en su huida. La sangre comenzó a empapar su ropa y guardó la espada con mucho más conocimiento.

- Esta listo. – Logró pronunciar el ángel.

Jimmy sonrió, contagiando al ser. Sus manos se encontraron, una de ellas cubierta en carmesí, y se entrelazaron. Si esto funcionaba, no temerían jamás volver a ser separados.

La salida del camino rural hacia la carretera, se vio como una meta. Un logró. Una misión cumplida.

Pero nadie, ni los Winchester, en su apresurada carrera, se percataron del camión que se atravesó por la ruta pavimentada. Jimmy solo alcanzó a poner su brazo por delante de Castiel, protegiéndolo de un choque inminente.

El estallido sucedió en cámara lenta.

Dean clavo los frenos, viendo al auto de Jim chocar con la parte trasera del camión. Luego, dio un par de giros sobre la carretera, cruzándola y terminando por colisionar contra un árbol.

Los Winchester se paralizaron mirando la polvareda esclarecer y la chatarra esparcida por la carretera.

Castiel se removió en el lugar, sintiendo su pierna incomoda, sangrando bajo el peso del tablero retorcido. La realidad le golpeó como una ola furiosa y entendió lo que había pasado.

- ¡JIM!

El nombrado se había llevado la peor parte, siendo su lado el que chocó contra el camión y el árbol. La ventanilla rota y los cristales sobre el humano. Estaba cubierto de sangre y Cas no sabía por dónde empezar a curarlo. Escuchó a alguien gritar su nombre y Dean intentó abrir la puerta de su lado del auto, pero no le prestó atención.

Los signos vitales de Jimmy descendían rápidamente y no había más tiempo. Castiel se acercó como pudo y beso los ensangrentados labios del moribundo. La pregunta se hizo al alma, pero Jim no tenía dudas en su mente.

El brilló alejó a los Winchester del auto, obligándolos a cubrirse los ojos.