¿Hacemos yaoi? || SKZ fic

28

Woojin paró la moto delante de un lujoso hotel a las afueras de la ciudad. Cuando aparcó y bajaron de la moto Chan no podía creer lo que veían sus ojos; era un edificio de por lo menos 15 plantas con grandes ventanales rodeando la estructura y una iluminación amarillenta que parecía que el edificio estaba recubierto de oro. Kim agarró la mano de Chan y este se sobresaltó por el gesto del mayor pero inmediatamente él también correspondió el agarre de Woojin. Ambos, cogidos de la mano, se encaminaron hacia la entrada del hotel. Un botones se acercó preguntando si necesitaban ayuda cosa que Chan rechazó amablemente, al pasar por delante de recepción la chica que estaba ahí también saludó a Woojin con una sonrisa. Kim se movía como si fuera su casa y parecía que conocía el lugar como la palma de su mano.

― ¿A dónde vamos? ―preguntó Chan una vez se subieron al ascensor.

―A una habitación ―respondió Woojin a lo que el otro alzó una ceja y con una sonrisa pícara. Woojin pilló a lo que se refería y enseguida negó sus intenciones. ―¡No...! No, no, no es lo que piensas Channie...

―Ajá... ―repuso Chan asintiendo levemente.

―Aunque no niego que alomejor lo acabemos haciendo... ―susurró a la oreja del australiano lo que hizo que se sonrojara.

Llegaron hasta una habitación de las plantas superiores que estaba al final del pasillo. Woojin deslizó la llave eléctrica y juntos se adentraron en la habitación. Chan quedó sin palabras al contemplar el lugar, si creía que la habitación de Woojin era impresionante esa habitación lo era multiplicado por diez. Observó mejor a su alrededor y pudo deducir que Woojin había ido ahí anteriormente, había una maleta desparramada en uno de los sofás abierta de par en par con unas cuantas mantas sobresaliendo de ella y otra más con ropa de Woojin.

―Eeh... No sabía cuánto tiempo tendríamos que estar aquí así que decidí coger un par de cosas más personales para sentirnos... Más como en casa...? ―dijo Woojin inseguro y rascándose la nuca nervioso.

― ¿Lo tenías planeado todo? ―preguntó sorprendiéndose por la preparación que había hecho Woojin.

―Sí... No quería cagarla... De nuevo. El dueño de este hotel, Sungjin, es amigo de mi hermano y me ha hecho el favor de ofrecerme una de sus habitaciones como refugio ―explicó tirándose a la cama y palpando a su lado para que Chan se le uniera.

― ¿Pero no que tu madre lo controla todo? Nos encontrará igual ―rebatió Chan a su lado.

―Sí... Pero la prensa no podrá ir más allá de la entrada, Sungjin me ha prometido protección... Para compensar la que no le pudo ofrecer a Younghyun y Jae... ―añadió apenado Woojin. Chan se acercó a él y lo acurrucó entre sus brazos. Podía notar cuánto extrañaba a su hermano, tenía que hacer algo, es más, debía hacer algo.

―Ahora puedes contactarlo ¿no? ―preguntó Chan abrazándose a él como un koala.

―Sí... Supongo que podría... ―respondió Woojin dudoso. Chan lo miró en busca de una explicación. El mayor suspiró y siguió hablando, debía derribar un muro más y poder expresar sus miedos. ―Tengo miedo aún de que mi madre le pueda hacer algo a mi hermano y a Jae. Sé que debería poder ser capaz de hacerlo pero ahora que son felices juntos no quiero que el hecho de ponerme en contacto con ellos haga pensar a mi madre que tienen algo que ver y haga de las suyas. De momento, quiero asegurarme de que tu no sales herido de esta idea alocada ―dijo soltando unas risas forzosas intentando restarle importancia al tema aunque Chan sabía que Woojin no estaba bien con eso. 

Si había tardado tanto tiempo en poder expresar su verdadera sexualidad el australiano llegó a la conclusión de que Woojin seguía viviendo atemorizado, no por el qué dirán sinó por lo que su madre puede llegar a hacer a sus seres queridos, y Bang estaba dispuesto a enseñarle que ahora no debía tener miedo a nada.