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Lunes otra vez, y a diferencia de los otros dos lunes anteriores Woojin no se sentía para nada motivado. No había podido quitar de su cabeza la noche del viernes. Había intentado dejar de pensar en eso pero cuanto más intentaba olvidarlo más presente se hacia en su mente. ¿Por qué Chan se había quedado impregnado en su cabeza de esa forma?

A desgana llegó a casa de Chan, la verdad es que no tenía muchas ganas de verlo porque no sabría como reaccionaría al verlo.

―Buenos días ―saludó Chan saliendo de su casa cargado con cajas ya. ―Solo quedan dos cajas más que estan en el salón. Te espero en el coche.

Woojin no dijo nada y procedió a hacer lo que Chan le había mandado. En cuanto subió las cajas al auto este quedó bajo un silencio sepulcral. Llegaron a la oficina de correos y descargaron todas las cajas. Después de terminar Woojin se puso sus auriculares y empezó a andar por la calle. Chan se extrañó y con el coche se acercó hasta quedar a su altura, disminuyó la velocidad y bajó la ventanilla.

― ¿Adónde vas? ―preguntó sacando su brazo por la ventanilla y sacándole un auricular para que lo escuchase.

―A la universidad ―respondió seco volviéndose a poner el auricular.

―Tsk ―chasqueó la lengua y volvió a quitarle el aparato. ―Súbete. Te llevo.

―No hace falta, puedo andar ―dijo Woojin sin mirarlo.

―Woojin... Venga sube, te puedo llevar ―volvió a insistir Chan aunque esta vez no obtuvo respuesta alguna. ― ¿Es por qué el sábado no quise hablar sobre aquello? ―silencio otra vez fue lo que obtuvo. ―Está bien, nos vemos después de clase en mi casa. Hoy toca ir a recoger más cajas.

Y dicho eso arrancó de verdad y abandonó a Woojin andando por las calles. El mayor observó como el coche se alejaba y desaparecía por la larga carretera.

Hoy no era su día, claramente, y que sus amigos lo acorralaran solo al llegar y lo llenaran de preguntas no mejoró su humor. Los mandó a tomar vientos y con paso firme se dirigió a su clase, chocándose con todo el mundo e ignorando las quejas.

― ¿No salió bien acaso? ―preguntó Hyunjin.

―Eso parece ―respondió abatido Seungmin, el amor era complicado. ―Vamos a hablar con Felix y sus amigos, seguro que Chan si les contó algo.

Cuando las clases finalizaron los tres chicos fueron en la búsqueda de los amigos del australiano para poder averiguar que había pasado exactamente y por qué Woojin hoy traía un humor de perros. Ni siquiera lo vieron a la hora de comer, parecía que se había esfumado del campus.

― ¡Felix! ―llamó Seungmin cuando dio con el rubio. Estaba a punto de salir por la puerta principal, tomado de la mano de su pareja.

―Hola Minnie ―saludó Felix cuando Seungmin estuvo a su lado.

―Woojin ha estado muy raro hoy, y no nos ha querido contar nada acerca del viernes. ¿Tu sabes algo? ―preguntó Seungmin yendo directo al grano. Felix y Changbin se miraron descolocados.

―Uhm... Sí, Chan me confirmó que si se habían acostado... Pero no me esperaba que la reacción de Woojin fuera tan mala ―explicó Felix. ―Cuando Chan me lo contó no parecía que Woojin y él hubieran tenido alguna riña por eso.

―Yo tampoco la verdad... Creo que ha pasado algo más y nos estamos perdiendo en los detalles ―concluyó Seungmin. ―Algo que solo ellos dos saben que ocurrió... Voy a averiguarlo, gracias Lix.

―De nada Minnie, si necesitas cualquier cosa estoy aquí ―le contestó Felix sonriéndole ampliamente mientras su novio se lo miraba desconfiado.

¿Hacemos yaoi? || SKZ ficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora