Burak es el rey alpha cuenta con 400 años de vida pero aparenta tener 35, es un hombre con un temperamento bastante fuerte debido a que no ha encontrado a su mate quien será la que calme sus instintos animales, pero parece que la luna no ha querido...
Han pasado varios días desde que Burak me golpeó, me la he pasado sin salir de la habitación no tengo ánimos de salir, Catita me ha traído el desayuno, comida y cena y de vez en cuando platicamos, me ha contado que tiene una nieta de 17 años y que es mate de Conrado pero que no puede estar con ella hasta que cumpla 18 años y se transforme en loba, Conrado a sabido esperar y respetarla realmente es un buen hombres.
Tocan la puerta - Adelante, digo - veo que es Catita y sonrió - Hola Catita buenos días, digo - ella se acerca y me peina un poco - Hola mi niña vine a traerte el desayuno y a decirte que hoy llega Burak y Sofía, recuerda que mañana se festejará el cumpleaños de esa zanahoria y tienes que comprar un vestido, dijo - yo rodé los ojos, no quería ir a ninguna fiesta y menos de esa mujer tan vanal - No tengo elección Catita, pero no te preocupes en el armario tengo varios vestidos que podré usar, dije - ella negó - No mi niña el alpha ordenó que te llevaramos a comprar uno a tu gusto, así que cámbiate y ponte algo cómodo que hoy será un día largo de compras, dice - me río y me despido de Catita y me voy a bañar.
Una vez que escogí mi outfit salgo de la recamara y me dirijo a la cocina a buscar a Catita voy tan distraída que chocó con alguien que para mí desgracia es Burak, yo rodeo por su lado tratando de librarme de el y es obvio que falle en el intento pues puso una de sus manos en la pared - ¿Cómo sigues? Dijo - me sorprende que una persona pueda ser tan cínica, es evidente que no me golpeó con todas sus fuerzas pero el simple hecho de hacerlo es tan bajo que me molesta que pregunte como estoy.
- Estoy muy feliz por lo poco hombre que eres, Digo - el solo gruñe - Belleza no aprendes, esto podría haber Sido diferente fuiste tú la que lo has querido manejar así, dijo - yo suspiré - Me das permiso tengo que ir con Catita a comprar un vestido para la fiesta de tu luna, dije - el río - ¿Celosa? Dijo - yo lo imite y me reí - Ni en tus mejores sueños animal, digo - el se hace a un lado - Yo te llevaré, no me arriesgaré a que hagas uno de tus estúpidos intentos de huir, dijo - - Como sea me da igual, dije - salimos de la casa y nos subimos a su carro y nos pusimos en marcha a la ciudad.
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