Esto es un juego ¿verdad?

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Nota de la autora:

Espero que les guste este capitulo, trate de no hacerlo muy extenso. Si hay algun error aganmelo saber en los comentarios. Disfruten la lectura. Siganme y los sigo :) Si al principio no entienden sigan leyendo, todo se aclara conforme avanza la lectura, capitulos nuevos semanalmente.

Estaba todo oscuro, solo entraba un poco de luz por las ventanas. Estaba en la sala de mi casa, ya había vuelto de Londres, pero ¿Cómo? No recordaba haber regresado. Me levante del sofá y comencé a caminar hasta mi antigua habitación. Me sorprendió ver que estaba exactamente como la había dejado antes de partir. Mis libros, mis fotos, mi cama, los peluches que me había dado Javier por mi cumpleaños número 14. Todo estaba en su lugar. La hermosa vista que se tenía desde mi ventana era más maravillosa que como la recordaba. Me senté sobre la cama, seguía sorprendida por estar de vuelta pero estaba más feliz que nunca. Alguien tocó mi puerta, era mi hermano de 20 años. Javier era un chico alto con cabello castaño oscuro, tenía los músculos muy bien definidos y sus ojos son color café oscuro, casi negros. Su cuerpo estaba relajado y su brazo derecho sobre el marco de la puerta. No pude contener las ganas de abrazarlo, corrí hacia él y me colgué de su cuello, él correspondió a mi gesto cargándome. Mis pies ya no tocaban el suelo, mis ojos estaban cristalizados y yo estaba simplemente débil. No tenía muchas fuerzas, mi hermano me hacía sentir tan segura que no las necesitaba al estar con él. Segundos después él hablo.

-Por fin nos vemos Alison Taylor- dijo con una sonrisa tierna y encantadora.

-Sí, te extrañaba mucho. Bueno, a todos. ¿Dónde están papá y mamá? Quiero avisarles que he vuelto.- respondí con mucho entusiasmo.

-Al (así me dice de cariño)- Dijo borrando la sonrisa de su rostro. -Mamá y papá... tuvieron un accidente en la carretera hace un par de días- Me llevo hasta mi cama y nos sentamos. Él tenía la mirada baja, sus ojos reflejaban preocupación y tristeza. No pude decir nada, tenía un gran nudo en la garganta. Ese momento tan feliz se había convertido en el peor. -He tratado de comunicarme contigo pero no respondes el teléfono, tu celular parece estar fuera de línea y ya no te has metido a la computadora, solo pude hacerlo por este medio, tus sueños-

-¿Aun sigo en Londres? ¿Qué pasó con mis papás?- dije confundida y aun con ese gran nudo en la garganta que me impedía hablar.

-Lo siento Al-

-Volveré a casa- le respondí decidida

-No, tú debes quedarte en Londres un tiempo más- me contesto con tono sobreprotector mientras pasaba un mechón de mi cabello detrás de mi oreja.

-¿Hasta cuándo?- dije con todas las lágrimas cayendo por mis mejillas.

-Hasta...- Su voz se volvió imperceptible, su imagen borrosa. Todo se desvaneció.

Abrí mis ojos, tal como mi hermano me había dicho, seguía en casa de Elizabeth. Me senté en el sofá y comencé a llorar. No paso mucho tiempo cuando Elizabeth salió de su habitación, estaba radiante, parecía que había dormido de maravilla. Al notar que estaba llorando se acerco a mí y me abrazo. Después de contarle mi sueño me abrazo a un más fuerte.

-La comunicación por medio de los sueños si es posible, lo siento mucho Ally. Tu hermano también me lo dijo cuando estaba dormida-

-Es que yo... NOO, esto debe de ser un juego- conteste con la voz quebrantada. Estaba tan mal, primero lo de Dylan, luego todos esos momentos extraños y ahora esto. No pude guardarme más los acontecimientos de la noche anterior, le conté todo a Elizabeth.

Ella me escucho con atención. Cuando termine con mi relato me dijo.

-Debes volver-

-Pero Javier me dijo que no deb...- me interrumpió.

¿Típica adolescente? [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora