Pd. El de la foto es Mason.
Paso una semana.
Una semana sin saber nada de Javier o Elizabeth.
Una semana lejos de casa.
Una semana encerrada en estas cuatro paredes gracias a mi tobillo, que ahora estaba perfectamente.
Una semana con Skylar, como mi única compañía.
En estos días nos habíamos hecho muy buenas amigas y gracias a ella la semana no se me había hecho tan larga. Este lugar simplemente me parecía interesante, si debo admitir que, como cualquier chica de dieciséis años normal me moría por salir y explorar todo a mis alrededores y por otro lado estaba asustada por lo mismo. No saber que hay detrás de estos muros da mucho en que pensar. Según me había dicho Skylar hoy saldría y me darían algunas indicaciones y asignarían tareas, y por supuesto también me traerían algo de ropa. Seguía sin comprender el motivo por el cual estaba en este lugar pero entre mas lo pensaba mas ilógica se volvía mi respuesta. Debo admitir que me la pase toda la semana pensando en aquello y saque unas cuantas conclusiones pero finalmente todas eran extrañas y poco probables así que las fui descartando hasta solo quedarme con las tres que, a mi parecer eran las mejores respuestas a esa simple pregunta.
1.- Secuestraban jóvenes para que hicieran el trabajo duro en el campo.
2.- Me perdí y me trajeron aquí para ayudarme a regresar a casa.
3.- Solo era un sueño del cual no podía despertar.
Tal vez ninguna de esas respuestas era la correcta pero por el momento no la encontraba. Cuando llegue me dijeron que había ciertas reglas que debía seguir por mi propia seguridad. Trabajar en el campo; no salir de la cabaña después de las ocho de la noche y finalmente la más importante de todas no ir al bosque. Sonaba fácil ¿no? Bueno porque no estoy muy segura de poder cumplirlas, como mi hermano dice “soy una experta en meterme en problemas”, claro, metete en problemas un par de veces y te juzgan de por vida. ¿Un par de veces? Debes estar bromeando, tú a cada rato te metes en cada cosa que luego ya ni como zafarte. Mi voz interna estaba molestando de nuevo. Solo por aquella vez que quería averiguar las respuestas de la prueba de Matemáticas y me metí al salón, las saque y justo cuando estaba por salir había llegado el profesor y me había tomado por sorpresa. O esa otra vez en la que por buscar mis regalos de Navidad rompí el jarrón favorito de mamá. Quizá sea por la vez que casi me matan en Londres hace algunas semanas gracias a mi terquedad de andar sola por las calles a largas horas de la noche. Bueno, en fin, admito que me meto en problemas a menudo pero esta semana había sido la excepción.
Skylar toco la puerta de mi habitación despertándome de mis pensamientos. Aun no comprendo el hecho de que me hayan dado mi propia recamara, pero me agrada tener mi propio espacio.
-Ally, corre debemos irnos en una hora- dijo abriendo lentamente la puerta. Ella ya estaba lista llevaba una blusa blanca con muchas rosas por todos lados, le llegaba arriba del ombligo y no tenia mangas, en el cuello un corte de corazón. También traía unos shorts cortos de mezclilla y unos zapatos sin tacón color blanco. Su cabello estaba suelto perfectamente acomodado de lado cayendo por su hombro derecho de manera natural.
Asentí y la acompañe a su habitación. Toda la semana Skylar se había encargado de prestarme ropa mientras me traían algo para mí. Por lo general de daba un pantalón o short de mezclilla y una blusa. Me senté sobre la cama mientras ella revisaba su armario. Tras unos minutos de búsqueda me arrojo un vestido corto, la parte de arriba era de color piel, sin mangas y corte en forma de “U” y por la parte de atrás tenía una abertura con forma de corazón en el centro de la espalda. La parte inferior era color negro con diseño floreado. También me arrojo unos zapatos del mismo color que la parte de arriba del vestido.
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¿Típica adolescente? [COMPLETA]
WerewolfAlison Taylor cree ser una típica adolescente normal. Ella esta de intercambio en Londres y desconoce sus orígenes y su historia. Algunos sucesos un tanto extraños obligan a Ally a ir a casa. Al cumplir los 17 años toda su vida Me vas a contar la hi...