Mi destino

capítulo 1

Aquí estoy delante de la puerta del avión para empezar una nueva vida, no sabía lo que me esperaba, si era bueno, o malo, lo único que sabía era que todo era nuevo para mí.

Me llamo Bea tengo 16 años y vivo con mis padres así que hasta mis 18 donde ellos vayan me toca ir también ¿al infierno donde me toca ir? se llama Londres, la famosa ciudad de Londres.

Mientras pensaba como iba ser mi vida, mis pensamientos han sido interrumpidos por el tonto de mi hermano Marc, lo llamo tonto, e inmaduro, porque tiene 18 años y aparenta tener 14.

-niñata ¿piensas estar en la puerta del avión hasta que te mueras, o te vas a mover?- mi hermano era así de amable pero digamos que yo tampoco era muy cariñosa.

-¿por qué no te callas un rato y te vas por ahí?

-lo haría, si salieras de la puerta.

Nuestra pequeña discusión fue interrumpida por el típico discurso de madre o por lo menos de la mía, que éramos hermanos, y que nos teníamos que amar uno al otro, y lo hacíamos, pero de una manera especial.

Mi madre es la típica madre que sus hijos son su mayor tesoro, y mi padre el típico padre que quiere que seamos una familia ejemplar, yo sé que escuchando así no ves nada de malo, pero cuando empecéis a ver como son las cosas me entenderéis.

Cuando llegamos a nuestra nueva casa, por fuera era hermosa y gigante, eso no lo voy a negar, tenia de todo, mi habitación era tan grande, que no sabía cómo rellenar tanto espacio, pero estaba tranquila porque sabía que cuando empezaran las clases, la habitación estaría echa un desastre, que no iba tener muchos huecos vacíos.

Mientras pensaba como iba a ser en el instituto de música, y como es que me tenían aceptado, mi madre entro en la habitación para hablar, no me apetecía escucharla... pero tampoco la podía echar ¿o sí?

-hija solo quería decirte, que sé que esto no es fácil para ti, y sé que en este año es la quinta vez que nos mudamos pero lo tienes que entender.

Este discurso me ha puesto de los nervios y he explotado.

-¿QUE QUERÉIS QUE ENTIENDA, QUE ME AMARGÁIS LA VIDA CADA DÍA CON VUESTRAS ESTÚPIDAS VIDAS? SIEMPRE QUE NOS MUDAMOS ME DICES LAS MISMAS PALABRAS Y LA VERDAD UNO SE HARTA.

Después de chillar pegue un portazo y deje a mi madre hablando con las paredes literalmente, pero me he ido contenta, porque siempre me ha gustado dar la última palabra pero la verdad ¿a quién no?

Cuando me relajé, me acorde que mañana mismo empezaría el instituto, y la verdad no tenía muchas ganas, sé que la música es mi pasión pero lo hacía porque me gustaba, no por obligación también se, que tengo que estar contenta por estudiar lo que más gusta, pero soy un poco complicada y mismo que lo niegue a los demás sé que es verdad.