¿Qué... me está pasando? (Free De La Hoya Y Tú)

Capitulo 36.

¡Luinor contra Spryzen!

Narra Tn.

Según veía, Ojo Rojo y Lui estaban hablando, pero no oía nada.

—No escucho ni vergas. —dije viéndolos.

—¡Wow! ¡Chicos, miren esto! ¡Los datos de Luinor! —Kitt nos mostró su tableta.

Pero yo ya conocía a la perfección a Luinor.

—En todos mis años nunca había visto algo así. —dijo Raúl.— A eso lo llamo un digno oponente.

—Debe ser súper duro —dijo Cuza.

—Es cierto... —dijo Audaz.

—¡Qué gran evolución! ¡Esto es sorprendente! —se emocionó Valt—

—Me estresa no escuchar nada de lo que dicen —dije irritada. Y pensar que hace un par de horas estaba realmente feliz.

Aparentemente, la segunda batalla había empezado.

No puEDO VER NADAAAAAAAAAA.

Pero sé que Ojo Rojo usó su Counter Break porque, básicamente lo gritó.

También, dedujé que estaba chocando por la ráfaga de viento que salió de la arena.

Sigo sin saber cómo es que se produce todo ese viento.

—Oigan, ¿eso es poder o qué les parece? —preguntó Audaz.

—No sé quién va ganando...—dijo Valt.

—Y si es imposible de ver.—hablé yo.

—Creo que Ojo Rojo tiene la ventaja —comentó Cuza.

Luego de unos segundos de ver absolutamente nada, la batalla se detuvo.

—Oigan, ¿quién ganó? —preguntó Valt.

—Creo que fue un empate... —le respondió Audaz.

—Estás mal. —le dijo Wakiya— Ojo Rojo ganó con un final por salida.

—Correcto, Lui atrapó a Luinor. —dijo Silas— Si lo hubiera dejado tocar el suelo, hubiera empatado.

—Pero, ¿Por qué? —preguntó Valt.

—Yo supongo que quiso ceder un punto. —le respondió Cuza.

—Parece que sólo está jugando. —dijo Wakiya.

—Es que es así. —dije yo. — Lui no toma enserio a Ojo Rojo.

Y nuevamente, los veía hablar y me estresé.

—¡Ya no lo aguanto! ¡Necesito saber qué es lo que están diciendo! —dije y bajé de la mini montaña a saltos.

—¡Chotto, Tn! —me gritó Valt detrás mío.

Llegué hasta el pequeño río y lo miré unos segundos.

—¡Vale verga! —y me tiré de cabeza para luego comenzar a nadar, tratando de que la corriente no me llevase con ella.

Una vez llegué al otro lado, toda empapada, me sacudí cual perro y corrí hacia donde estaban Ojo Rojo y Lui, pero como soy bien idiota, me tropecé con mi propio pie y me caí cara al piso.

La tercera batalla ya había empezado hace algunos segundos. Me levanté, pero no me paré, me quedé con las manos en el piso y con las rodillas igual, viendo lo que pasaba.

Otra vez la ráfaga de nuevo.

Luego de unas palabras de parte de Lui que tampoco llegué a escuchar poro la ráfaga que tapaba mis oídos, se escuchó el explotar de un bey.