¿Qué... me está pasando? (Free De La Hoya Y Tú)

Capitulo 37.

¡Reto de campeones!

Narro yo.

—¿Sabes en dónde está Tn? —preguntó el niño de cabellos grises llamado Saika a la cocinera del BC Sol.

—No lo sé. —respondió Ange— Probablemente esté entrenando.

—Ya la buscamos y no aparece. —dijo Honey.

—Valt debe saber que está tramando. —dijo Ange.

—No, tampoco la he visto por aquí hoy. —les dijo Valt— ¿Ya la buscaron en la arena del bosque?

—Fuimos, pero tampoco estaba ahí. —dijo Kitt.

—¿La buscaron en el comedor? —preguntó Cuza.

—Lo hicimos pero no hubo suerte. —respondió Honey.

—¿Y en su habitación? —preguntó Audaz y los tres niños negaron.

—Si sé una cosa sobre Tn es que cuando se deprime cae hasta el fondo. —dijo Valt triste por el estado de su amiga.

—¿Les preocupa? —le preguntó Cuza a Saika y a Kitt.

—Un poco, es difícil no estarlo. —respondió Kitt.

—Obviamente, es mi hermana mayor y no me gusta verla así. —respondió Saika preocupado.

—¿Saben algo? El duelo Lui-Ojo Rojo en verdad le afectó. —habló Kitt. — Ha estado actuando como un zombie.

—Perdida y sin vida. —dijo Honey.

—Sin duda alguna, es muy difícil verla así. —dijo Rantaro.— Sé que hay problemas cuando pierde el apetito.

(…)

—Tn no tiene nada de trabajo por delante, ya es bastante fuerte. En cambio Valt si. —dijo Raúl— Pero aún así, Tn debe hacer sacrificios y dejar las cosas que crea importantes. Para seguir en el camino que desea, es vital mantener las emociones a raya, hasta parecer alguien de sangre fría. Es el único modo.

—Tn ya tiene sangre fría de por sí. —dijo Audaz con un dedo en su mentón. El rubio recibió un pequeño golpe de parte del hermano menor de la chica.

—Tn está llegando a esas conclusiones por primera vez, así que tiene mucho por considerar. Denle espacio para que se ajuste a la nueva norma. —dijo Raúl viéndolos. — Estén ahí si los necesita. Sobre todo tú, Valt. Eres su mejor amigo, y el único que tiene hasta ahora.

—Sí. —respondió Valt decidido.

—¿Eso es todo? —preguntó Honey.

—Vaya, no es la respuesta que quería. —admitió Kitt.

—Yo tampoco. —admitió Saika.

Raúl rió. — Tengan paciencia, jovencitos. Con el tiempo cobrará sentido, créanme.

—Supongo que Tn tiene que dejar ir ciertas cosas. —dijo Audaz.

—Sí, pero la conoces, es bien terca. —dijo negando Valt.

—Y orgullosa. —agregó Saika.

—Es muy posible. —dijo Raúl.— Pero, ¿quién sabe?

Narra Tn.

—¡Oye, sal de mi camino! —gritó Shu luego de darme un buen codazo en la nariz.

Aún me duele la nariz y sangra de vez en cuando. Shu no me la rompió, pero si me lastimó mucho.

Esas palabras las repetía varias veces en mi cabeza.

Estaba acostada en el medio del bosque mirando el cielo azul con varias nubes en él mientras tenía mis brazos detrás de mí cabeza y lloraba.