Capítulo XXXII

5.4K 234 0
                                    


Aria:

Termino de meter todas las cosas en la maleta para el otro día y tomo un chaquetón para salir.

- Hey ¿a dónde crees que vas así? – me dice Nate tras mío.

- A mi despedida de solteras – digo moviéndome como si estuviera bailando en una fiesta.

- ¿Así? – dice mirando mi falda corta y una blusa ajustada que marcaba mi figura extrañado de mi tenida de hoy, pero aun mas sorprendido por el antifaz que tengo en mi mano.

- Amms... bueno no es muy mi estilo, pero Sydney me ha dicho que esto debemos usar esta noche – digo risueña, mientras me acomodo el cintillo con el velo de novia y coloco el antifaz en mi rostro, que me han entregado como parte del outfit.

Mi amiga tiene un estilo tan diferente al mío, bastante loca para mí, pero se esforzó porque tuviera una despedida de solteras "como se debía", así que no era capaz de arruinar su plan.

- ¿Qué problema tienes? Si irás a ver mujeres con menos ropa que ella – dice Sydney que viene tirando del brazo a una Lisa totalmente distinta.

- Pero... ¿qué no suponía que Lisa se encargaría de esta noche? – dice Nate mirando molesto a Lisa.

- Bueno, discúlpame, estuve un poco ocupada y dejé cosas en mano de Sydney – dice encogiéndose de hombros y tirándose la falda corta un poco más abajo.

- Vamos, es su última noche de soltería – dice Ethan mientras Fred besa a Lisa risueño por su estilo – hoy hay que divertirse -.

Nathaniel no muy divertido los mira en forma de desaprobación.

- También va mi madre y la de Aria ¿podrían haber sido más cuidadosas por ello? – dice totalmente molesto.

- Pero si esto será increíble – le responde mi madre que va saliendo de su habitación casi tan provocativa como nosotras colocándose su máscara alrededor de los ojos, no puedo no reírme al verla.

- Mmmm... ¿y si les sucede algo? Es tarde – dice mi futuro esposo.

- Nate, sabemos cuidarnos solas, no somos unas niñas y cuidaremos a tu novia, no te preocupes por ella – dice Sydney dándole unas palmadas en la espalda – ahora vamos que Marco nos está esperando -.

- ¡¿Marco?! Pero él nos llevará a nosotros –mi querido novio está echando humos.

- Esta noche es nuestro – Sydney toma su cartera y con una sonrisa nos señala que salgamos del departamento.

- Te amo – digo dándole un beso en la mejilla a mi novio – no te enloquezcas tanto, nada de llevarte a la cama a alguna de esas mujeres guapas que andan con poca ropa -.

- Yo no iré a ver eso – me dice arrugando el ceño.

- Claro... entonces estupendo – me giro risueña y salgo de su departamento tras las chicas.

Nathaniel:

Abro los ojos por la luz del sol que llega de repente molestándome en mi habitación. Anoche he tomado varias copas y hemos llegado más tarde de lo planeado por lo que tengo sueño aún.

- Apúrate, nos hemos quedado dormidos – dice Fred mientras busca ropa en mi closet.

- No quiero levantarme – digo refregándome los ojos.

- Te casas... así que arriba que tenemos una hora para arreglarte, si llegamos después de la novia, ahí sí que nos matan – dice mientras me tira las tapas hacia atrás.

Algo dormido me meto a la ducha e intento despertarme.

- ¿Seguro este es mi traje? – le digo al no poder abrochar mi pantalón.

Tanto Ethan como Fred me quedan mirando algo pensativos, mi amigo mira la boleta y se da cuenta que es otro nombre. Afligido comienza a llamar a la tienda para decirles que hay un error en el traje que le han entregado.

- Y ¿qué te han dicho? – dice Fred tan pálido de los nervios que pareciera que él se fuera a casar.

- Me han dado la dirección y el número de teléfono del otro novio que también se casa hoy -.

Desesperado los tres comenzamos a llamar, pero nadie contesta al otro lado de la línea.

- Vamos – dice Ethan.

- ¿A dónde? – pregunto preocupado.

- Vamos a buscar al otro novio, tenemos una hora – y sin más salimos rápido en busca de mi traje de novio.

Aria:

Hacerme el peinado es lo que más me aburre de todo esto, debo estar sentada y quieta. Sydney me mira cada cinco minutos para ver cómo va quedando todo, creo que ella es la dama de honor más complicada del mundo, si yo en el matrimonio de Sebastián estaba nerviosa, esta chica no ha dejado de comer de las puras ansias, diría que incluso ha llorado unas cuantas veces. Lisa es mucho más paciente, está emocionada, aun cuando ella fue quien me acompañó en mi primer matrimonio. También, ha venido mi madre con mi hermano y Sebastián con su esposa y eso hace que, aunque ya me había casado anteriormente con la misma persona, este momento era totalmente especial, estaban todos los que más quiero y en vez de sentirme nerviosa, estaba completamente tranquila, al fin viviría mi matrimonio real con la persona que amo.

Me pongo los tacones altos, pero firmes, ya con el casi año que viví con Nate me acostumbré a usar estos zapatos, me miro al espejo, me arreglan el vestido y me suben al auto a cargo de Marco. Es una limusina blanca, jamás había visto una, era increíble por dentro. Mis dos damas de honor me acompañan felices, hacemos un brindis con vino blanco por este momento tan hermoso que estamos viviendo juntas.

Sydney marca el número de Ethan para avisarle que ya íbamos en camino.

- ¿¡Qué?! Pero... no, no, no puede ser, ¡Ay, pero Ethan!, ya adiós – dice colgando molesta – Aun no podemos llegar, hay que dar vueltas, los hombres aún no llegan -.

Una boda por contratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora