Capítulo XIV

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Aria:

Como amo estas fechas, aunque igual pasarla lejos de mi familia es un poco triste, llamé a mi mamá ayer para decirle que viniera, así conocía a mi esposo y a mi familia luego de que la señora Francia me confirmara que la cena familiar sería aquí en el departamento, pero dijo que tenía cosas que hacer y mover a mi hermano no era un tema sencillo, que quizás en otra oportunidad.

Esta noche he invitado a la señora Francia, a Fred y Lisa, bueno Sydney estará aquí ya todos la conocen. Yo misma haré la cena, pues les he dado el día de hoy y mañana libre a todos, sé que son empleados de mi esposo, pero esta es mi casa también ahora así que ni le he avisado, además cocinar siempre ha sido mi especialidad, en realidad amo hacerlo, así que espero sorprenderlos a todos.

Mientras me dedicaba a la cocina y Sydney limpiaba y arreglaba todo el primer piso del departamento veo a mi esposo bajar muy arreglado con una maleta desde su habitación.

- ¿Desde cuándo te vas a trabajar con tantas cosas que necesitas una maleta? - le pregunto dudosa incluso algo graciosa.

- No voy a trabajar, me voy de viaje, vuelvo en unos días -.

Se me cae la cara. No es que quisiera que él pasara aquí, pero suponía que sería como las típicas cenas familiares donde están todos compartiendo en una gran mesa para luego cantan los famosos villancicos.

- Pero tu familia vendrá a cenar esta noche - le digo algo confundida.

- No lo sabía, pero no te preocupes no es primera vez que pasarán sin mí, adiós -.

- Espera aquí - le digo mientras corro a mi habitación - ten - le digo pasándole una pequeña cajita que había hecho - es tu regalo, ya que no estarás aquí te la entrego antes, ojalá te guste -.

Entonces me doy la vuelta para seguir cocinando. Por lo menos he cumplido con entregarle mi obsequio.

- Gracias -.

Me volteo a mirarlo cuando escucho esa palabra salir de su boca para entonces verlo salir por la puerta del departamento.

"Gracias". Quizás para todos era un simple gesto de buena educación, pero su gracias, creo que valía mucho más ya que nunca lo decía, no podía creer que me lo hubiera dicho, era sorpresivo que de un corazón tan frío salieran una palabra tan cálida y es que al parecer estas son las cosas que hace el ambiente de noche buena.

Algo emocionada, termino la gran cena de esa noche.

Nathaniel:

Voy en el avión de vuelta a casa, estos días lejos no ha dejado de darme vuelta el rostro de Aria al saber que viajaba, quería que pasara las fiestas allá ¿cómo una chica después de todo lo distante que he sido podía esperar que pasaría en las fiestas con ella? Diría que, aunque vivimos juntos, no nos conocemos ni un poco, si es que con suerte algunos días nos hablábamos.

Incluso me ha comprado algo, ese regalo fue inesperado.

Observo la corbata que llevo puesta y ahí está la aguja dorada que me obsequió, espero que lo note cuando me vea. Hace tiempo nadie hacía algo así por mí ¿hace cuánto no recibía un regalo para estas fechas? Extrañamente me hacía nacer "algo" hacia ella, que no sabía explicar.

A pesar de que mis amigos se quedaron más tiempo en Las Vegas, yo quise volver a mi ciudad, quizás haya sido una tontería, pero quería pasar año nuevo en mi departamento, ese día la vi muy emocionada cocinando, debía probar lo que había hecho. Tal vez he sido muy duro con ella y en el fondo sé que alguien así no merece que la trate de tal manera, que la ignore e intente evitarla la mayoría del tiempo.

A Ethan he preferido decirle que tenía mucho trabajo y que no había podido concentrarme estando allá lo cual le causó extrañeza, pero no siguió preguntándome.

Una vez que llegué al aeropuerto me fui rápidamente a mi departamento, tomé un taxi al cual tuve que ofrecerle el doble porque quería alcanzar a llegar a las 12 de la noche y casi nadie trabajaba en estas fechas, ni siquiera mi chofer.

Cuando llego, me arreglo un poco para no verme tan apurado o desesperado y abro la puerta del departamento para entonces encontrarlo vacío ¿A dónde habían ido todos?

Doy la vuelta y el reloj me recuerda que ya son las 12 de la noche en la ciudad.

- Feliz año nuevo para mí - me digo sentándome algo derrotado en el sofá.

Una boda por contratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora