Writeober omegaverse

Rechazo || Día 2

En unas horas; pronto, se uniría con aquel omega olor durazno y piel color crema. El único hombre deseado por ella. El joven y sencible, el que todos anhelaban, sería suyo como tanto quería.

Pronto. Tocaban a su puerta los padres de aquel chico, felicitándole por ser parte de la familia y ella, agradecía decorosa el gesto.

Muy pronto. Entonces la ceremonia se llevó a cabo, el omega ansioso y ella feliz. Juntos al fin, como ella quería, legalmente hablando.

Y pasó, llegó la noche, donde ambos quedarían solos, expuestos ante el otro, cumplidores de la lujuria... o eso pensaba la alfa. Al llegar la noche, acariciar el rostro ajeno, el del hombre, su esposo, este se mostró asqueado. Alejó las manos ajenas de él y solo volteó hacia otro lugar.

La mujer intentó acercársele un poco más, gruñendo suavemente, aquel, inmóvil, no la miraba. Ella se acercó más y más, con sus manos rozó el cuello de aquel, intentando que le viera y acomodó su rostro sobre hombro del omega.

Y cuando sus caninos buscaban su cuello, lo escuchó sollozar aterrado, comenzando a temblar.

-No quiero, para...

Entonces quedó fría. Fuera de sus instintos, pudo escucharlo finalmente, pudo oler el aroma del omega y pudo sentir su miedo. Antes, había caído presa de sus deseos, sin darse cuenta de que aquel no compartía sus intereses.

Mirando con claridad, pudo ver y oler el gatillo de sus acciones, sin siquiera saberlo. Su esposo, su omega, estaba marcado, muy recientemente, quizás un par de días, o quizá un par de horas. No podría tomarlo, porque ya era de alguien más.

La mujer, con los ojos ligeramente lloroso abrazó al omega. ¿Quién había sido? ¿Quién se lo había quitado? Quién se había llevado el delicioso aroma a duraznos.

-Vete...

Pronunció con dificultad el hombre y así a como lo dijo, la alfa aceptó su rechazo y su estupidez fantasiosa de correspondencia.