Estaban celebrando el cumpleaños de la alfa e iban a ir a casa de sus suegros a cenar, para que aquellos tuviesen la oportunidad que, en pocas ocasiones se presentaba, de charlar en familia con la joven pareja. Una rara decisión para pasar un cumpleaños, en realidad.
Estaban terminando de vestirse, la alfa sentada en el sillón de la sala, poniéndose los zapatos que combinaban con su traje y la omega la miraba desde el marco de la puerta de la habitación. Llevaba un vestido casual, que a la mirada disimulada de la alfa se veía espectacular.
–¿Puedes subírmelo? –pidió la mayor, la omega, cuando su pareja había terminado de atar los cordones y se acercó a ella. Le dio la espalda, enseñándole el zipper de su vestido.
La alfa sonrió suavemente, y con su mano derecha, sujetó la parte baja del vestido, y con la izquierda, subió el cierre de la cremallera. Cuando llegó al final, se puso de pie, abrazó a la mujer desde atrás, poniendo sus manos a la altura de la cintura y hundió su rostro en el cuello. Comenzaron a balancearse un poco, como si bailaran.
–Hueles bien… –susurró ella y su pareja tomó suavemente sus manos.
–¿Eso crees? –se giró y miró de frente a la alfa– Me parece un precio muy alto solo para oler bien. ¿Cómo me veo?
–Stunning, ravissante.
La omega puso sus brazos sobre los hombros ajenos y le dio un beso corto en los labios. Amaba ese acento extranjero que tenía y esa pasión con la que lo decía cada vez para ella. La más alta disfrutó el corto momento y volvió a hundir su rostro en el cuello ajeno, olisqueando el aroma.
–¿Me seguiré viendo encantadora cuando este vestido deje de quedarme? –soltó, aún moviéndose de lado a lado al ritmo de la alfa.
–Así es, seguirás siendo hermosa aunque tengas cuarenta y cinco kilos más –dijo y le dio un par de besos en el cuello.
La omega rio ante aquello –No me refería a eso, pero gracias por la afirmación.
–Me gusta practicar para cuando deba fingir mi sorpresa en la cena, señorita –rio ligeramente–. ¿O debería ser yo la que porte las noticias?
–Eso suena como una buena idea –la mayor soltó el abrazo, luego de acomodarle a su novia un pequeño mechón de cabello desalineado. Acarició su rostro disimuladamente y aquella se sonrojó un poco.
–Ya quiero ver la cara de tu padre cuando se enteré, ja, ja–rio para apaciguar la vergüenza y luego aclaró su garganta. Se veía más seria–. ¿Estamos listas?
–Claro que sí, no te preocupes por eso –dijo la omega–. Solo es un bebé –agradeció en su momento al darse cuenta que no eran mellizos o trillizos, algo muy común en las parejas alfa-omega–. Si estamos juntas haremos un gran trabajo, lo sé.
La alfa soltó la carcajada –No me refería a eso, pero gracias –. Le dio un beso en la frente y luego le sonrió– Iré por mi cartera, ¿tú llevas todo?
–Sí.
–Estamos listas, entonces.
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Edité las Black e inclinado, nomás.
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Writeober omegaverse
Ficción GeneralEl writeober es un reto basado en escribir un drabble o one-shot cada día del mes, usando cada vez una palabra diferente que defina el tema del escrito. En este "libro", subiré cada one-shot del reto. El omegaverse es un género de ficción del cual d...