Capítulo dedicado a: julieta3624
Feliz cumpleaños, te amo❤PIERO
—Esa fue una mala jugada —digo, mirándola.
—¿Qué cosa? —pregunta con un fingido tono inocente.
—Ridículo, ¿en serio? ¿Desde cuando te parezco ridículo? —reprocho.
Gianna se ríe por lo dicho, al igual que toda la clase —incluyendo la profesora— se rieron del término usado en su tarea.
—Desde que te conozco, perdón por no decírtelo nunca —se encoje de hombros.
Después de que todos contamos en voz alta lo que escribimos sobre nuestro compañero, a la señora Ross se le ocurrió que yo acompañe a Gianna a la biblioteca en busca de los libros. Al principio ella se negó, pero, después de una leve amenaza por parte de la adulta presente, se resignó y acá estamos, caminando por un pasillo solitario en dirección a la biblioteca.
—No tendría que hablarte, ¿sabes? —dice, indiferente.
La miro confundido—. ¿Puedo saber el por qué? —interrogo.
—No.
—Okey, creo que puedo imaginármelo.
—No necesitas ser nieto de Einstein para adivinarlo —suelta con hastío.
—Ya, no te alteres —digo, previendo una posible discusión.
Caminamos un tramo más hasta llegar a la puerta vidriada que da ingreso a la enorme biblioteca que pertenece a la institución.
—Vamos —dice—. Conocerás esta increíble maravilla.
Al entrar, saluda a las dos señoras pasadas de edad que se encuentran detrás de una especie de mostrador amplio, y ellas le responden el «buenos días» con sonrisas delicadas.
Gianna les informa lo que venimos a buscar y la señora más adulta la hace pasar al fondo en donde se encuentran montonares de libros.
La otra mujer que quedó tras el mostrador comienza a tararear una canción no tan conocida con una felicidad en extremo contagiosa.
—La quieres —dice de repente, logrando desconcertarme.
Sigue pendiente de unas manualidades que realiza, pero su cara está bañada en un inconfundible gesto de picardía.
Analizo su frase y me doy cuenta que habla de Gianna, así que asiento y le respondo.
—Así es, la quiero —concuerdo.
—Claro que sí, muchacho —me mira y en sus ojos noto un brillo de emoción—. Déjame darte un pequeño consejo —añade, sonriente—. No la dejes ir, nunca. No pierdas a alguien que te quiere, a menos que esa persona no demuestre lo mismo, pero se nota que entre ustedes hay algo... o hubo. —finaliza.
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Olvidándome de ti ©
Novela Juvenil[COMPLETA - BORRADOR] Cargado de recuerdos dolorosos, el pasado tocó la puerta de Gianna un día, y ese pasado era él. Tras haberse ido sin dar explicación alguna, Piero volvió, arrepentido por sus acciones e intentando recuperarla. El recibimiento...