[COMPLETA - BORRADOR]
Cargado de recuerdos dolorosos, el pasado tocó la puerta de Gianna un día, y ese pasado era él.
Tras haberse ido sin dar explicación alguna, Piero volvió, arrepentido por sus acciones e intentando recuperarla.
El recibimiento...
Come now set the past on fire Stand up raise your face to the sky mi love. Together we can take it higher
Sia - Together
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PIERO
Mi celular suena, logrando que deje lo que estaba haciendo y corra hacia él. En la pantalla veo que es el décimo mensaje de Dana, me dice que si no contesto va a llamarme.
Suelto mucho aire a través de mi boca porque sé la razón de su insistencia. Le escribo un conciso mensaje diciendo que no tengo ganas de hablar del tema. Desde ayer en la noche no deja de escribirme y es agotador.
Apoyo, nuevamente, mi móvil sobre el escritorio, me giro para seguir ordenando mi habitación pero no logro hacer ni un paso por la melodía proveniente del teléfono. El nombre de Liam se lee claramente en la pantalla. Decido atender para que dejen de insistir tanto.
—¿Sí? —digo una vez que atiendo la llamada.
—¡Piero! Que bueno que me respondes. —Escucho a mi amigo aliviarse del otro lado.
—Liam, si me llamas por lo que pasó ayer en el colegio, de verdad no quiero hablar del tema —me adelanto.
—Joan nos contó un poco de lo ocurrido, pero necesito saber tu parte de la historia antes de opinar.
—¿Podemos hablar en el colegio el lunes? No quiero amargarme el sábado por ese mal momento. —Suspiro.
—Está bien, amigo. Hablaremos el lunes —acuerda. Lo despido y corto la llamada.
Dos golpes en la puerta hacen que despegue la vista del aparato y me dirija a la entrada de mi cuarto.
—¿Puedes explicarme por qué el director me llamó ayer? —Mi mamá, parada frente a mi, dispara sin palabras previas.
—¿Ayer? ¿Y por qué recién me lo dices? —interrogo.
—Te vi tan feliz ayer que no quería interrumpir eso, pero ahora vamos a hablar. —Entra en la habitación, sentándose en el borde de mi cama—. ¿Es verdad que te escapaste del colegio? —Comienza con su interrogatorio. La miro y asiento—. Piero, ¿por qué hiciste eso?
—¿El director no te dijo nada más? —No sé si sentirme aliviado, sorprendido o temeroso al respecto.
—Sólo dijo que tu padre y yo estamos citados el lunes a hablar con él para decidir el castigo por tu mala conducta, pero no me dio más detalles —me explica.
—Un compañero comenzó a amenazarme en uno de los pasillos cerca del baño, luego me pegó un puñetazo y reaccioné. Terminamos ambos en la dirección pero justo Gianna llegó y me ayudó a escapar; no quería escuchar el sermón que me daría el director —murmuro. Omito algunos detalles, como el por qué de la pelea, pero no lo veo necesario.
