La situación en la Organización nunca había estado tan caótica.
Hoseok no había vuelto a ser el mismo desde el momento en el que se enteró de la desaparición de Jungkook. Su humor había empeorado radicalmente y su voluntad casi desaparecido, convirtiendo al doctor en una persona mayormente enfadada y sin deseos de ejercer correctamente su profesión. Luego de haberse peleado con todos y cada uno de los trabajadores de la Organización, y de amenazar con despedir a varios de los guardias que debían estar custodiando la noche en la que elemental salió (a pesar de no tener la autoridad para tomar semejante decisión), ordenó que el consultorio de Jimin fuese desmantelado y que todos y cada uno de los papeles, libros y cuadernos que llevara el nombre de Jeon Jungkook fuesen entregados a él, consiguiendo un pequeño conjunto de papeles que le pareció una vulgar burla por los pocos que eran.
Había pasado el último tiempo releyendo una y otra vez todos los papeles que le habían entregado en busca de respuestas, de algo que le indicara qué fue lo que hizo al morado toma esa decisión y porque él ni siquiera lo había sospechado, culpando al psicólogo por meterle ideas erróneas en la cabeza y de impulsarlo a dejar la Organización finalmente. Incluso había llegado a pensar que Jimin había ideado algún tipo de trampa o algo parecido para que todo esto culminara de esa forma, pero cada que leía el cuaderno de anotaciones del profesional, más se convencía de que eso, quizás, fuese realmente a la inversa.
Quizás fue Jungkook quine sacó a Jimin.
O quizás fue una estrategia de los dos.
A estas alturas, ya no lograba comprender nada.
Hoseok estaba encerrado en su consultorio con la mirada perdida en las palabras que había plasmado el profesional días antes de desaparecer junto con su amigo, leyéndolas más por costumbre que por otra cosa, ya que creía sabérselas de memoria. Había llegado a la conclusión de que Jimin había tratado al morado de una forma distinta a lo que lo había hecho con el resto de sus pacientes, ocupando varias hojas en anotaciones mientras estaba con él cuando por lo general, y siendo otra la persona frente a él, solía usar una o, a veces, solo media carilla. Jimin nunca había sido completamente profesional con Jungkook, llegando incluso a desobedecer las reglas básicas con tal de verlo más tranquilo, y eso le hacía pensar que ese era el motivo por el que había tomado al profesional como su confidente y no a él. Tal vez por ese mismo motivo no lo había siquiera considerado para sus planes. El joven profesional era arriesgado y resultaba ser un buen confidente, en cambio él jugaba el papel de hermano mayor, ese que prohíbe y al que el menor llega a tomarle rencor por su accionar.
¿Jungkook le tenía rencor cuando salió?
-¿Hoseok?
Escuchó la voz de Taehyung del otro lado de la puerta y resopló con fuerza.
-No puedo entenderte ahora, Kim. Vuelve más tarde.
-¿Has sabido algo de Jungkook?- el rojo se había tomado el atrevimiento de abrir la puerta antes de hablar.
Hoseok volvió a suspirar. Estaba agotado de que le preguntaran sobre el elemental, no porque no le importase, al contrario, sino porque no tenía respuestas para dar. Y eso le dolía rotundamente.
-No- contestó arisco y sin levantar la vista del cuaderno -Puedes irte.
-¿Cómo es posible que nadie sepa nada de él?- Taehyung se adentró al consultorio sin pedir permiso, cojeando con cada paso que daba por culpa de la bota que ahora cubría su pierna anteriormente quebrada y aun en recuperación -Lleva más de una semana desaparecido.
-Lo sé- soltó el cuaderno sobre su escritorio con fuerza y se puso de pie, quedando a la altura del elemental -y no es necesario que me lo recuerdes constantemente.
ESTÁS LEYENDO
Los cuatro elementos [Kookmin]
FanfictionJeon Jungkook, uno de los pocos elementales que se mantienen con vida luego del ataque de los malignos, busca que la muerte de sus padres no haya sido en vano. Formando parte de la organización más importante y reconocida mundialmente en el reclutam...