11 ~ Fuera

95 13 0
                                    


La cara de asombro no se borró del rostro de Jimin, sin embargo una pequeña y pintoresca sonrisa pintó en sus labios. Jungkook ni se molestó en analizar ese hecho; su cabeza estaba tan cansada que solo quería retener la idea con la que había entrado al consultorio del psicólogo, ni un pensamiento más y ni uno menos.

-¿Qué es lo que quieres concretamente?

-Necesito salir de la Organización.

Y la sonrisa de Jimin se ensanchó antes de convertirse en una gruesa línea y un ceño fruncido.

-¿Disculpa?

-Conozco a alguien a quien le prohibieron entrenar aquí- alzó su mano de nueva cuenta y comenzó con sus actividades diarias, rodeando esta y parte de su brazo con plantas de diversos colores –y sabe mucho más de lo que debería. Necesito encontrarlo, pero para ello, necesito salir.

-Estas de coña, ¿cierto?- cuestionó el psicólogo mientras su mirada se concentraba en las plantas siendo transformadas en grandes masas de agua -¿Jungkook?

-Dijo que si lo necesitaba, no dudara en acudir a él, y creo que este es el momento en el que más lo necesito- movió su mano con fuerza haciendo desaparecer el agua y que esta se mezclara con el reciente viento que ahora invadía la habitación, convirtiendo aquello en una pequeña tormenta –Necesito que me ayudes en esto.

Jimin solo miró los ojos de Jungkook con detenimiento, aquellos ojos morados que le pedían de una forma desesperada que estuviera de su lado a pesar de tener una expresión seria apoderándose de su rostro. Lo analizó, como lo había hecho desde que comenzó a tratarlo, e intentó agrupar las ideas dispersas que ahora estaban en su mente. ¿Realmente estaba considerando ayudarlo a salir de la Organización? ¿Ayudaría realmente esto en algo para con sus habilidades? Tal vez sí, tal vez no, y no le quedaba de otra que arriesgarse, asumir que tanto el sí como el no podrían formar parte de esta nueva y descabellada etapa que Jungkook lo estaba invitando a compartir.

La lluvia a su alrededor se intensificó, logrando sacar al profesional de su mar de pensamientos. Su cabello estaba empapado, al igual que su vestimenta y parte de la habitación, y sentía las gotas de agua recorrer su frente luego de acumularse por mucho tiempo en alguno de sus mechones. Por su lado, Jungkook conservaba su semblante agotado pero firme, serio ante todo, ahora igual de empapado que su compañero, con los ojos tornándose morado oscuro y con sus marcas brillando con insistencia.

-Detente- demandó Jimin y antes de siquiera reaccionar todo había cesado.

-Jimin, esto importante...

-No, Jungkook- alborotó sus cabellos con desespero y quitó el exceso de agua de ellos –lo que me estás pidiendo es imposible. No puedo hacerte salir de la Organización así como así. ¿No crees que esté arriesgando mucho con dejarte usar tus habilidades en mi consultorio?

-Ya lo sé, pero...

-No. No hay pero que valga. Debe haber otra manera de que esto funcione y que no involucre salir de aquí.

No sabía si era por la falta de sueño o su simple forma de ser, pero el elemental no estaba de ánimos de que alguien le llevara la contraria. Y que Jimin lo hiciera le molestaba bastante, por no decir mucho.

-Mira, pongámoslo así- el ceño del elemental se frunció y la poca paciencia que contenía se escapó de su cuerpo –si no quieres ayudarme, pues saldré por mi cuenta. ¿Crees que así sea mejor?

-No puedes hacer eso.

-Oh, claro que puedo. ¿Es que acaso no supiste analizarme lo suficiente estas dos semanas para saber que siempre lucho por lo quiero?

Los cuatro elementos [Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora