Los cuatro elementos [Kookmin]

17 ~ Encuentro

Volar por sobre los muros de la Organización no había sido difícil. Correr a su encuentro con Jimin, arrojar su maleta en el portaequipaje y ocupar el lugar del copiloto tampoco. Lo que le resultaba jodidamente difícil era no mirar hacia atrás. La mirada de Jungkook estaba clavada en el sendero que se abría paso frente a él desde que habían partido hacia poco más de una hora, porque sabía que si despegaba los ojos de ese punto, no podría controlar sus emociones y arrepentimiento. Ni siquiera le había dirigido la mirada al psicólogo por no arriesgarse.

-¿Estás seguro de esto Jungkook?- el nombrado simplemente asintió –Aún estamos a tiempo de regresar.

Frunció el ceño y no contestó, creyendo que con eso sería suficiente para que su compañero entendiera la respuesta. Claro que era consciente de que podía volver y dejar esta descabellada idea como un impulso que no llegó a cumplir, pero su nivel de convencimiento era mucho más fuerte. No iba a dar marcha atrás ni mucho menos darse el lujo de seguir pensando en ello.

Centró sus pensamientos en qué haría de ahora en adelante. Él, como buen elemental entrenado, podría mantenerse simplemente con sus habilidades, pero, ¿qué pasaría con Jimin? El tener que cargar con el psicólogo sí que complicaría bastante las cosas.

-¿Qué piensas hacer conmigo exactamente?- preguntó Jungkook atreviéndose a girar.

-Pensaba que podrías quedarte en casa por un tiempo. Así podría seguir tratándote.

-No era eso lo que tenía en mente. Precisamente, si me fui de la Organización fue porque no quería estar en un lugar fijo mientras tuviera que cargar con mis ataques.

-¿Y pensabas deambular por el mundo?- Jimin soltó una risilla.

-Sí- contestó el elemental con completa seguridad –Así evitaría que me encuentren más fácilmente y me daría más tiempo para lograr resolver todo esto- pausó –Supongo que ahora entenderás por qué no quiero que vengas conmigo.

-Tu idea no tiene ni pies ni cabeza.

-Pero es lo mejor que puedo hacer. No quiero facilitarles el trabajo a los malignos, ¿sabes?

-Pero... ¿deambular? ¿No crees que sea algo extremista?

Jungkook rodó los ojos.

-No lo es. No lograrías entenderlo de todas formas, no eres tú el elemental que se delata con cada ataque que tiene.

-Mira...- pero un fuerte estruendo hizo callar al psicólogo.

El coche frenó de golpe, haciendo que tanto Jimin como Jungkook fueran de delante hacia atrás, cuando algo chocó contra el capó del mismo. Jungkook no despegaba los ojos de la figura asustada e impactada de Jimin que sostenía con fuerza el volante, haciendo que las venas de sus manos y parte de sus antebrazos resaltaran. Giró para comprobar de lo que se trataba, pero lo que menos esperaba era ver aquello. Sobre el capó había una enorme roca que se hundía junto con parte del metal del vehículo. El silencio invadió el ambiente y ninguno de los dos se atrevió a hablar durante algunos segundos. Si hubieran ido un poco más rápido, de seguro que aquella inmensa roca les hubiera pegado de lleno en la cabeza.

-¿Qué cojones?- dijo Jimin soltando un sonoro suspiro y saliendo poco a poco del shock.

Pero antes de que Jungkook pudiera hablar, el coche se tambaleó con fuerza de un lado al otro, obligando a ambos chicos a aferrarse a lo que tuvieran más cerca para no perder su posición. Los ojos de Jimin casi se salen de sus cuencas cuando vio el sendero perderse de su vista y no precisamente por estar avanzando. Se estaban elevando. El sonido del metal siendo estrujado ahora era protagonista junto a unas gruesas lianas que cubrían parte del coche y lo apretaban a medida que avanzaban. ¿Otro ataque?