ESTO NO PUEDE ESTAR PASANDO...

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— ¿Alice donde estas?— le llamé a mi amiga al día siguiente afuera de la casa de Lauren.

—Bella me tardaré un poco más, mamá me encargó algo y recién estoy terminando— se oía agitada.

—Bien— le colgué. No tenía intenciones de entrar sola a ese lugar.

Le marque a Emmett.

—Jardinerita, ya vamos de camino, estamos saliendo del centro comercial— el grandote siempre me tomaba el pelo.

—Ok, entonces voy entrando, por favor dense prisa— me abrieron la puerta y me demoré casi media hora en estacionar mi auto en esa maraña de estacionamiento. No quería chocar o rayar ninguno, cada vehículo era más costoso que el otro y no quería pelearme con nadie. Cuando por fin logré estacionarme la bocina de Emmett me asustó.

— ¿Tan mala está la fiesta que te escondes en el estacionamiento?— se burló de mi.

—Ja ja, payaso, a ver estaciónate— me burlé.

Pero a él le tomó menos de 10 segundos.

— ¿Cómo hiciste eso?— grité asombrada.

—Soy un Cullen, lo traigo en la sangre. Mis abuelos eran corredores de autos en Italia— sonrió.

—De allí te viene lo mafioso— le dije tomando a Rose de un brazo y caminando con ella hasta llegar a la fiesta. Le extendí el enorme regalo a Lauren cuando salió a recibirnos.

— ¿Isabella Swan? Por dios que milagro— sabía que por dentro debía pensar algo completamente diferente pero no me importaba.

—Feliz cumpleaños Lauren, te presento a una amiga, ella es Rosalie— le dije presentándole a Rose. Lauren la miro de pies a cabeza y le sonrió.

—Bienvenida Rosalie, espero que te diviertas. Vaya allí viene Cullen— dijo contoneándose.

—Si lo toca la mato— me susurró Rose al oído.

—Tranquila, Lauren es una resbalosa con todo mundo, Emmett sabe como evadirla.

Dicho y hecho, Emmett le dio su regalo y le jugó una broma, Lauren pareció ofendida. Nos acompañó hasta la piscina y se fue con sus amigas.

Había mucha gente, aunque no me fijé bien, mi vista estaba perdida en el horizonte.

—Tranquila, ya aparecerá— me susurró Emmett.

—Oye no busco a Edward— dije ofendida.

—No, por eso miras más a las plantas que a las personas— se rió. —Ay no. Allá está el Mike babas y viene hacia acá— dijo anunciando la visita de cierto sujeto fastidioso.

—Bella, que gusto que estés aquí, ¿traes traje de baño? ¿Quieres nadar?— preguntó.

— ¿Quieres ahogarte Newton?— la voz de Alice me hizo sonreír.

—Alice, ¡llegaste!— salté a recibirla.

—Vamos, ¿para qué son las mejores amigas sino para apoyarse?— ignoramos a Mike y se fue ofendido.

—Cuanta gente, yo no pienso meterme a esa piscina hasta que legue mi Jas— dijo mi amiga muy seria.

—Pues yo tengo calor, ¿vamos amor?— le pidió Emmett a Rose y se fueron juntos a nadar.

—Busquemos unas perezosas juntas para tendernos al sol, hay que aprovechar lo que queda del día a ver si nos bronceamos— sonrió.

—Con este sol tan tenue, dudo que consigamos quemarnos ni un poquito—suspiré mirando otra vez al jardín.

El Jardinero - Terminado-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora