BookII. Broken (IzukoxMomo) BNHA

Goodbye

No, no estaba bien, definitivamente no estaba bien, los últimos días no había estado nada bien, este era su día libre y parecía que se sentía más cansada de lo que debería, había resivido una llamada a las cinco de la mañana, justo cuando regresaba de su trabajo, se encontraba en un hospital. Su madre había atentado contra su propia vida ¿porqué? Esa era su pregunta, que pudo haber llevado a su madre a quere cometer suicidio. Sabía desde pequeña que su madre tomaba medicamentos para la ansiedad, muchas veces le había preguntado si tenía depresión o algo pero ella no respondía, comenzaba a creer que así era. Si recordaba bien, esta no era la primera vez que trataba de quitarse la vida, la primera vez fue cuando ella tenía cinco años, la segunda vez cuando ella tenía siete años, la ultima vez y el día que le prometió que ya no lo volvería hacer era cuando ella tenía catorce años, pero tal parece que su promesa solo fueron palabras. ¿Era tan difícil decirle que problemas tenía? Ciertamente estaba molesta con ella, porque le mintió sobre su padre y porque se rehusaba a decirle quién es su padre pero aquello no era algo tan grave como para dejarla sola cuando la necesitaba. Era su madre por todos los cielos, la mujer que le dio la vida, la mujer que cuidó de ella, la mujer que veló por ella cuando enfermaba. Ella siempre estaría ahí para su madre pero tal parecía que la única que no se daba cuenta de ello era su propia madre. Unos pasos apresurados se escucharon a la vez de un grito femenino de alguna de las enfermeras. Giro su rostro para ver de quien se trataba, un hombre de al menos treintanuve o cuarenta años, cabello castaño claro y ojos color miel, se acercó al mostrador a preguntar por el nombre de su madre, frunció el ceño extrañada. Lo miro agradecerle a la enfermera del mostrador para después tomar asiento a lado de ella.

Lo miro con suspicacia - Buenas tardes - lo saludo.

El se sobre salto al escuchar su voz, pero en cuestión de segundos le sonrió pacíficamente - Buenas tardes - le regreso el saludo.

Momo no le quitó los ojos de encima. Su madre no tenía jefe, de hecho su madre era su propio jefe, por lo que no entendía porque alguien se tomaría la molestia de venir a preguntar por ella, es decir, su madre tenía amigos y ella conocía a todos ellos y ninguno de ellos estaba aquí. ¿Un amigo? ¿Un compañero de trabajo?. No, su mamá no se inmiscuia con los trabajadores, siempre alardeaba del buen aspecto y el respeto que debía transmitir, era absurdo que de un día para otro haya decidio cambiar eso. Como odiaba cuando pensaba tanto las cosas. Llevo una mano hasta su frente sientiendo nuevamente esos frecuentes dolores de cabeza que últimamente estaba comenzando a sentir. Estrés, si eso debía ser.

-¿Se siente mal señorita?- el hombre a su lado le cuestiono, aquel hombre que había preguntado por su madre la observaba con preocupación -¿Quiere que llame un médico?-

- Eso no será necesario - se puso de pie, estaba preocupada por su madre, desde que se graduó ella no le había dirigido la palabra, recordaba las frías palabras que su progenitora le había dirigido ante su día de graduación, todavía se preguntaba así misma que estaba haciendo ahí, si era evidente que su madre no la quería a su lado. Camino entre los pasillos del hospital, su madre la había apoyado en todas sus decisiones, había estado ahí para ella cuando la había necesitado pero... Desde el día en que le dijo que lo que quería como su futuro era ser una heroína, ella simplemente le había dirigido una mirada desoladora y una sonrisa forzada, no supo interpretar aquello cuando era una niña pero ahora... Ahora las cosas habían cambiado tanto y no precisamente para bien. Dejo que su espalda se tocara contra la fría y dura pared, dejo salir todo el aire de sus pulmones. No se sentía muy bien, mental y física.

-¿Yaoyorozu?-

Esa voz... Esa voz extrañamente se le hacía conocida, giró su rostro y lo primero que pudo identificar como reconocido fueron sus brazos, lo siguiente fue su enorme y alegre sonrisa.