Adicta a tu mundo

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Te amo en el calmo instante de cada día,

con el sol y la tenue luz de la lámpara.

Te amo en libertad, como se aspira al Bien;

Te amo con pureza, como se alcanza la Gloria.

Elizabeth Barrett

POV: Regina Mills

Han pasado doce días desde que empezamos a narrar nuestra historia, hemos explorado nuevamente dentro de nosotras etapas muy bonitas de nuestra vida. La niñez, la adolescencia y por el momento enfrentamos nuevamente la juventud, de dos maneras; recordando aquella que vivimos décadas atrás y la de ahora, bien dicen que esta edad es la segunda juventud. Ahora recuerdo lo que decía uno de mis poetas favoritos en su Canción de Otoño en Primavera "Juventud, divino tesoro, ¡ya te vas para no volver! Ya no volverán, solo existen en nuestras memorias, pero fueron bien vividos, son recuerdos que valen la pena. La pasión por libertad, por la carne, donde el miedo no existe, crees que eres infinito, que nunca acaban esos años que en realidad pasan como relámpagos, eso son, relámpagos que te asustan, que te iluminan, momentos que marcan la vida, lo que fuiste, lo que eres y lo que serás.

Si yo tuviera que definir lo mejor de mi juventud indudablemente diría Emma, mi rubia, mi amiga, mi reina, su torpeza y cobardía, sus abrazos, su cariño, sus locuras, sus detalles, todo lo bueno y lo malo que me enseñó, lo que viví con ella. Mi esposa asegura que yo soy la fuerte de la relación, pero... hubo momentos donde ella hizo a un lado su dignidad, sus sueños, donde tuvo que hacerse la fuerte aunque estuviera mal por apoyarme a mí, por verme feliz a mí. Porque aunque parezca que es una idiota a veces, esa mujer siempre tuvo y tiene las palabras adecuadas para hacerme sentir segura.

- Señora Swan Mills, creo que estamos llegando a sus partes favoritas de la historia - alardea mi esposa.

- ¿Estás segura de eso, Emma Swan Mills? - arqueo la ceja desafiándola.

- Lo estoy - afirma segura mirándome con deseos.

- ¿Abuelas soy yo o están un poco tensas? - nos analiza minuciosamente Lucy.

- Tu abuela siempre fue muy libertina, adoraba convencerme para hacer locuras con ella, es eso cariño - aclaro con amabilidad.

- Hablando de libertad, ¿Siguieron los consejos de la tía Mal y Ruby? ¿Prepararon realmente algo especial? ¿O desistieron de la idea un tiempo? ¿Cómo soportaron no hacerlo? Si estaban juntas todo el tiempo- pregunta sin parar Lucy.

- ¿Desistir de la idea? No puedes cuando amas a alguien, sin embargo podíamos vivir si ello, cuando amas a alguien los días y las horas son muy poco para estar con esa persona sin importar lo que hagan, yo con Regina disfruto hasta estar simplemente en silencio - explica Emma.

- Considero que era algo que ya no podíamos parar, pero la vida no es solo eso - definitivamente a nuestra nieta a veces le nubla la mente la lujuria de la juventud.

Nuestro propósito no es vivir solamente para complacer nuestra carne, porque tenemos una historia que vivir, que contar, claro hacer el amor es divino y a nadie le molesta, pero ¿cómo llegamos a él sin emociones? Sin desearlo con cada partícula de nuestro ser hasta perderte y entregarte a el de una manera tan sublime que no sepas ni como llegaste ahí, esa es la magia de hacer el amor.

Fin de POV


Storybrooke 2006

Era el día de la graduación de secundaria de las chicas, a última hora Henry había llamado que no podría llegar y otra vez no estaría en un momento especial para su familia. Emma llevaba más de cinco minutos abrazada a su novia acariciando su espalda, sus demás familiares las veían un tanto preocupados y los chismosos se volteaban a verlas con descaro.

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