Nuestras almas eran una, debes saber, y nunca estarán separadas. En un amanecer espléndido y ante tu rostro fulgurante, te busqué para encontrar mi corazón.
Nicholas Sparks
POV: Regina Mills
Un trozo de azul tiene mayor intensidad que todo el cielo, la magia que puede hacer un "detalle", esa frase citaba el poema que leí esta mañana en mi lectura matinal. Me hizo recordar que toda la vida he sido fanática de los detalles. Porque ellos, las cosas sencillas, las que parecen naturales y comunes, los gestos, las sonrisas, una manía tonta, un te amo cuando menos te lo esperas, un pensé en ti, un te traje un girasol, un te extraño, un estoy desesperada por verte, son todo para mí. Cuando alguien es demasiado importante para mí le presto demasiada atención, así demuestro mi amor y de eso precisamente está construido ese inmenso sentimiento, de detalles sublimes que recordaré toda la vida.
Hablando de detalles uno de los que más ha marcado mi vida es esa sonrisa esplendida, sincera y jocosa que tiene mi esposa. Puedo cerrar los ojos mientras la escucho y a mi mente vienen millones de esas sonrisas que me ha regalado toda la vida. Siempre que la extraño cierro mis ojos y ella está ahí sonriendo para mí.
— Mi amor, pero me voy a desintegrar de tanto que me piensas, si me tienes a tu lado y te amo — grita mi presumida esposa sacándome de mis pensamientos.
— Abuela, Gina te noto un poco distraída hoy, ¿en realidad estás pensado en abuela Emma? — pregunta Lucy carcajeándose de las locuras que le cuenta su otra abuela.
— Sí, cariño, pienso ella todo el tiempo, aun teniéndola frente a mí — hablo mientras mi mirada se queda perdida en los preciosos ojos de Emma — pienso que no hay necesidad de que ella diga una palabra, que haga un gesto, yo la amo, la amo y valoro cada segundo a su lado que la vida me regala — mis palabras salen de lo más profundo de mi corazón y obtengo de ella esa sonrisa que tanto me enamora — solo me distraje viéndolas sonreír, su felicidad purifica mi alma — les sonrío con amabilidad.
— Y tú que tienes la sonrisa más bonita del mundo y el corazón más maravilloso, mi amor — mi rubia se abalanza sobre mí regalándome uno de sus detalles que más me gustan un fuerte abrazo.
Hicimos un picnic en el jardín de nuestra casa. Emma y Lucy, decidieron que tomáramos vino y comiéramos queso. Mi nieta pensó que estaba detraída o enojada y no, no lo estoy, simplemente son nervios de recordar lo rápido que sentía que crecía mi familia y como cambiaban las cosas con el pasar de los años. Emma se iba convirtiendo en una mujer comprometida con ser una esposa y madre ejemplar, en su trabajo también crecía y me sentía muy orgullosa de ella. Yo haría cualquier cosa por verla triunfar, porque conozco sus sueños, recuerdo perfectamente que desde niña me contaba como quería alcanzar sus metas, siempre estuve ahí para apoyarla como amiga y como pareja.
Nunca me sentí capaz de ser egoísta con lo que ella deseaba, ¿cómo podría? Si ella me ha apoyado ciegamente en todo lo me he propuesto en la vida. Ella siempre decía que su felicidad era saber que yo y sus patitos estábamos bien. Recuerdo cuando me mencionó que le ofrecieron trabajo en Boston y le dije sin pensarlo que si era su sueño, los patitos y yo la apoyábamos. Ella tan linda como siempre me dijo entre lágrimas, que su sueño era estar donde estábamos nosotros, donde se pudiera sentir viva sabiendo que nos vería cada día, durmiendo conmigo, jugando con ellos, el resto dijo que era irrelevante para ella. ¿Cómo podría vivir yo sin esta mujer que me ha hecho tan feliz? Me contesté a mí misma que podía hacerlo, porque mi amor no cambiaría, porque lo nuestro no es algo pasajero. Somos almas gemelas, siempre estuvimos juntas aunque no presencialmente. Quizás con lo que no podría vivir es sabiendo que fui egoísta y no la vi cumplir sus sueños.
ESTÁS LEYENDO
ALWAYS
FanfictionDesde la infancia, Emma y Regina han estado conectadas por un hilo invisible. Juntas, han experimentado la alegría de la juventud, la angustia de la adolescencia y la madurez del amor. Ahora, en la plenitud de sus vidas, deciden compartir su histori...