yes or yes ♡ kookmin

siete ♡

Primaria, cuarto grado.

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Era un sábado por la mañana. Su madre no estaba y al ser hijo único, solo tenía la compañia de sus sirvientes. Se permitió dormir un poco más de lo acostumbrado, al menos eso intentó.

—Jovencito Jeon, su madre pidió que realizara sus actividades diarias y el jovencito Park vendrá a jugar a las cuatro.

—¡¿Qué?! —chilló, levantándose de forma rápida.

—Debe comenzar a arreglarse, su maestra de Inglés llegará pronto. —continuó sin importarle la reacción del menor, después de todo, ya se lo temía.

—No, no, no. Dile a mamá que no jugaré con ese niño, Lucas. Dile que no tengo tiempo para cosas de niños.

—Su madre, señorito Jeon, dejó en claro que el jovencito Park vendrá y su opinión, con todo respeto joven, no importa ahora. —y con una mínima sonrisa, el mayordomo se retiró de la habitación.

Pronto una de las sirvientas entraría para dejarle la ropa destinada para ese día, un conjuntito color blanco con el lazo rojo.

Jungkook fue a el baño, se duchó y después de eso, comenzó a vestirse en silencio con un gesto de enojo.

—A las cuatro... Falta mucho. —se dijo, mirándose en el espejo. —Ese niño. —farfulló.

Las horas pasaron.

Jungkook se encontraba sentado en la butaca de tres patas frente a el enorme piano, tocando uno a uno las partituras marcas por su profesora, la señorita YoonHa.

Se olvidado casi por completo de la visita que tendría. Casi. Si no porque el mayordomo apareció ante el con un niño rubio de mejillas y labios rechonchos, una enorme sonrisa seguido de un chillante «¡Junkookie~!»

Y ni olvidar como su cuerpito cayó al suelo siendo aplastado por el mayor.

—Largo. —dijo de forma severa, su ceño fruncido y las ganas de empujarlo se oprimian en sus manitos. —Ahora.

—Eres gracioso, Kookie. —respondió, como sí no hubiera escuchado lo de antes. —Mami dijo que eras terco, no sé que es eso pero tiene razón.

—Creí que no tenías madre. —susurró.

—Yo digo tu mami, mi mami... Dijo que podía llamarla así, después de todo ya somos novios. —sonrió, estimado sus labios en forma de pico para alcanzar los de el otro.

—¿¡Qué!? —gritó, empujando (ahora sí) a el otro.

—Mami dijo que éramos novios, no se que es eso pero tiene razón.

—¡Claro que no! Tú no siquiera me gustas y tampoco te soporto. —volvió a gritar. —¡Eres odioso y un niñito!

Jimin se quedó callado.

No sonreía.

Sus ojitos se veían rojos y su respiración se había vuelto irregular.

—No, no, no llores... —pidió de forma menos hostil.

—Tú me odias. —dijo bajito con un puchero en los labios.

—No, no dije que te odio... Solo que no te soporto. —suspiró.

Pero solo logró que Jimin llorara aún más.

Y, aunque pensó que era una mala idea; llevó sus manitos hacia atrás, se puso un poco de puntas y sosteniendo su respiración, besó apenas los labios de Jimin.

—Dije que no te odio, tonto. —le sonrió cálidamente.

cualquier error ortográfico lo arreglo luego,
los quiero personitas (๑'ᴗ')ゞ