diecisiete ♡

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Universidad, segundo año.

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Volver fue más fácil.

Jungkook sostenía la mano de Jimin mientras caminaban por el aeropuerto. Al final de cuentas, decidió volver dentro de un año más; luego te que Jimin llegara, todo New York le pareció lo más perfecto.

Además, sirvió para ser oficial su noviazgo.

—¿Trajiste todo? —preguntó Jimin por quinta ocasión, se le notaba nervioso.

—Te he dicho que sí, Minnie.

—¿Lo más importante? —dijo de nuevo.

—Claro que sí, ¿cómo me iba a olvidar de ti, Minnie? —el menor sonrió con algo de rubor en sus mejillas, sintiendo vergüenza por lo que había dicho. —Estas rojo, de nuevo.

—No me acostumbro a tus palabras bonitas, no después de casí trece años despreciandome. —la sonrisa de Jungkook se borró.

A Jungkook le molestaba que Jimin le recordara aquello. Sí, actuó mal, pero era un chiquillo de escasos seis años con muchos problemas para socializar y que Jimin viniera con su ser chillante y poco desapercibido social, le asustó mucho.

No estaba acostumbrado a recibir cariño por alguien que no fuera su madre.

—Minnie... —susurró, Jimin sabía que Jungkook estaba a punto de llorar.

—Ya, bebé grandote. —besó sus labios una y otra vez hasta el rastro de las lágrimas próximas a derramar se diluyeron. —Sabes que bromeo.

—Minnie, no hagas eso.

Porque siempre, dentro de aquella aura oscura y de badboy, se escondería un lindo Kookie añorando cada besito, mimo o caricia de Jimin.

Cuando subieron a el avión, Jungkook se aseguró de tener siempre cómodo a Jimin, aunque los asientos en primera clase (y solo porque no quería que su madre se diera cuenta de su regreso) solían ser mucho más cómodos que los normales, Jimin tenía un cuerpecito muy delicado.

—Minnie, ¿quiéres dormir? —preguntó, su principito cerraba sus ojitos cada tanto, tratando de mantenerse despierto.

—Sí, por favor. —besó su boca haciendo un poquito con la suya.

Jungkook pidió a la azafata, cambiarlo a las mini habitaciones individuales que ofrecían. Se acostaron los dos, sin importar el espacio tan reducido, Jimin de apegó a el cuerpo de Jungkook, quien lo abrazaba fuertemente contra su pecho.

Take my hands now... —Jungkook hundía su nariz en la cabecita de Jimin, el suave cabello de su niño olía a una mezcla de frutos rojos.

Jimin dormía al compás de la preciosa voz de Jungkook. Había una sonrisa ladina en su boca, percibiendo aún la dulce voz de su amado, quedó dormido entre sus brazos.















cualquier error ortográfico lo arreglo luego,
los quiero personitas ( ͡°³ ͡°)♡

yes or yes ♡ kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora