Capítulo 9: Nunca Será Tuya.

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En el Paraíso...

Afrodita estaba sumergida en su manantial. Con sus poderes como Diosa, podía durar mucho tiempo bajo el agua sin necesidad de respirar.

Las palabras de Sariel retumbaban en su cabeza. ¿Sería posible que su esposo fuera tan despiadado y malvado? Estaba adolorida, no solo de su cuerpo, sino de su corazón.

Le habían mentido, le hicieron mucho daño, y para acabarla, ahora su esposo estaba más distante que nunca. No dormían en la misma cama, Dios la hizo de lado.

Afrodita al notar su indiferencia, se fue a otra habitación, y ahí duró muchísimo tiempo. La venda que cubría sus ojos, se volvió a colocar, pues descubrió algo que la destrozó aún más.

Dios ya tenía en mente a otra esposa. Y pronto la desecharía, así como hizo con las otras. Su próxima esposa, era su antigua amante, Venus. Lo que Afrodita no sabía era que, Venus guardaba un secreto muy fácil de notar.

Finalmente, Afrodita siguió bajo el agua, entristecida y deprimida.

En algún lugar muy lejos de Irlanda...

Sariel por la noche daba vueltas por toda la cama. Habían pasado tres días. Desaparecieron sin dejar rastro. Los tíos de Isabel estaban histéricos, la chica no aparecía por ningún lado, y curiosamente, el joven latino se había ido también.

Había sido un viaje muy corto, solo abrir un portal y desaparecer. En esos tres días, Sariel notaba como el cariño entre Muzania e Isabel iba creciendo, junto con sus celos y rabia.

Claro, ahora ya podían estar juntos sin ningún problema. Pero a Sariel eso no le gustaba. Odiaba a Isabel con todo su corazón, no soportaba que se le acercara a Muzania.

En esa noche, se levantó de la cama y miró a Evan durmiendo en el piso. El hombre, a pesar de que nunca fue amado por su esposa, soportaba todo, su amor hacia ella era infinito, así que, para no molestarla al dormir a su lado, se tumbó en el suelo junto a la chimenea con una manta y una almohada.

Sariel pasó de largo y salió del cuarto. Esta noche necesitaba hablar con Muzania respecto a la humana, que ya no era tan humana.

Tocó a la puerta de su habitación, donde él dormía con Isabel. Y del solo imaginarse a esos chicos abrazados, protegiéndose del frío...se le tensó la mandíbula.

Volvió a tocar la puerta, impaciente.

Muzania la abrió bostezando, y al ver a Sariel, suspiró cansado.

-¿Si?

-Necesitamos hablar.

-¿Y ahora de qué?-el joven estaba fastidiado.

-De la mujer que comparte tu cama.

Muzania frunció sus cejas y salió de su cuarto.

-Habla.- le ordenó.

-No puedes estar con ella.

-Ya escuché esa cantaleta un montón de veces, y estoy harto. ¡Ya basta! Yo estaré con quién quiera estar.

-Escúchame, nunca será tuya, porque es hija de Lucifer. El cerdo tuvo hijos con una humana. Isabel fue la única que sobrevivió. No me explico como, si tu padre nunca falla...

Muzania se quedó paralizado. Quizás por eso sentía tal atracción hacia ella...

-Estás loca, no es cierto. Toda su familia murió cuando hizo estallar la tierra.

-Yo conocía a Lucifer, y él nunca lastimaría a alguien que amaba.- de los ojos de la rubia, salieron lágrimas azules.- ¡Él no merecía morir! ¡Fue tu padre el que lo mató! ¡Por culpa de Seleina y de esos hijos bastardos!

Entonces...un Muzania enternecido por la reacción de la rubia, le abrió los brazos para que entrara en ellos. Y la rubia aceptó. Lloró desconsolada, como nunca lo había hecho.

Mientras la abrazaba, Muzania miró a un Evan destrozado por recuerdos del pasado. En los ojos del hombre había dolor, desesperación y tristeza.

Muzania lo invitó a acercarse, pero Evan meneó su cabeza y se encerró en la habitación.

-Ten muy en cuenta, que Isabel jamás podrá ser tu mujer, debes dejarla ir... Por mucho que eso te cueste...ella no es para ti.

Muzania lloró en silencio y cuando entró en su cuarto, al ver a Isabel dormida, ya no pudo hacer otra cosa, más que llorar.

No pudo dormir, se quedó viendo a las montañas que había, y después salió a caminar, en medio de sus pensamientos, sintió que a veces la vida podía ser muy injusta con todas las personas, y que, en ocasiones no hay mucho por hacer, más que ser fuerte y valiente.

Al volver a su habitación, encontró a Isabel despierta y muy activa. Quiso besarlo, y él la rechazó.

Si, era muy noble. Y leal. Si era hija de Lucifer, no rompería las reglas. Esperaría a que una mujer fuera para exclusivamente para él.

HOLAAAA
HOY LES DARÉ CUATRO CAPÍTULOS ❤️
BONITO DÍA A TODOS.
LES RECOMIENDO QUE PARA LOS PRÓXIMOS, VAYAN ALISTANDO LOS PAÑUELOS, YA QUE, SE VIENEN UN MONTÓN DE COSAS QUE HARÁN QUE EL MUNDO DE MUZANIA SE DERRUMBE💔

BESITOS EN EL PEZÓN IZQUIERDO☺️❤️
BARAJA MIEDOZA❤️

Les dejo una canción que le quedó al momento de dolor y reflexión de todos😭

El Favorito de Dios: Muzania. [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora