Capítulo 11: Ángel Guardián.

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Muzania explotó. Al llegar al paraíso estalló, vio la estatua de Isabel, todo se le vino encima. Sariel desmayada en el suelo, su padre noqueado y su madre también.

Solo pudo sentir odio. Un odio que lo fue envenenando poco a poco. En su interior, algo se había quebrado. Ver a Isabel ahí, sin vida, una estatua hermosa y fría...

Los ojos del ángel se volvieron rojos, y empezó a temblar. Hizo despertar a su padre de un golpe en las costillas.

-¡DESPIERTA!

Su padre abrió poco a poco sus ojos, y pudo distinguir a su hijo pequeño.

-Muz...-un puñetazo por su parte lo silenció.

-¡Muzania!- no reconocía la voz de esa mujer. Pero no fue suficiente distracción para detenerse.- ¡Basta! ¡Lo vas a matar!

Muzania se quedó quieto, y fue entonces cuando miró a esa mujer nueva, igual de hermosa que su madre. Tenía ojos cafés y cabello rizado. Ligeramente rojizo. El joven al verla, y observar como sus ojos lloraban al ver a su Padre, supo que no era una simple mujer.

Oh, no. Ella era Venus. La otra esposa de su padre. Muzania se volvió un demente.

Su padre se despertó y observó todo. Muzania enfurecido, Venus histérica, Afrodita desmayada en el suelo, Sariel fingiendo estar desmayada, y la estatua de Isabel.

Dios, soltó un grito al verla así. Se levantó como pudo y tocó un poco la estatua.

-¡Isabel! ¡Mi pequeña!

-¡No te atrevas a tocarla!

Gritó Muzania empujando a su padre al suelo, lo comenzó a ahorcar, gritándole un montón de cosas hirientes.

El Infierno ardía porque estaba naciendo un nuevo líder, del corazón de un ángel.

-¡¿POR QUÉ LASTIMARLA?! ¡¿POR QUÉ LO HICISTE?! ¡ERES UN DESGRACIADO!

Sus hermanos salieron al rescate. Seth y Levin lo quitaron de encima de su padre, incluso Adiel, quién no quería mucho a Muzania, lo alejaba.

Pero el chico estaba tan enfurecido, que empezaron a brotarle llamas de su cuerpo. En su desesperación, el joven soltó un grito que hizo sacudir todo el cielo, empezó a temblar y la rabia lo invadió. 

Sus llamas provocaron quemaduras severas en la piel de sus hermanos, pero no le dieron importancia, estaban mas preocupados por su hermano que por ninguna otra cosa en el mundo.

-¡Muzania, detente hijo mío!- la voz de su madre Afrodita lo hizo reaccionar un poco.- ¡Por favor, no hagas esto! ¡No destruyas tu hogar!

El joven futuro rey se detuvo abruptamente ante las suplicas de su madre. Se dio la media vuelta para verla, y la madre comenzo a temblar, ante el rostro de su hijo, pues estaba en llamas, uno de sus ojos era de color rojo, la mitad de su cara parecia lava volcanica y la otra mitad, era su misma alma.

-No hagas esto, hijo. Eres un principe. Eres mi hijo.- Afrodita hablaba calmada, pero con una desgarradora esperanza.- Por favor, vuelve. No te vayas de nuevo.

Sariel se levantó de inmediato al escuchar aquello, Muzania estaba reaccionando, no podía perderlo. No ahora.

Muzania fue a los brazos de su madre y lloró. Estaba triste porque le habían arrebatado a su chica. Él la había escogido...

-Ya no llores. Relájate, mi bebé.

Sariel aplaudió y se carcajeó.

-¡No seas tonto, Muzania! ¡Ellos mataron a Isabel! ¡No te aman!

Muzania continuó temblando, Afrodita no pudo contenerlo, aunque luchaba con todas sus fuerzas, le fue imposible, su hijo era demasiado fuerte. Así que, empujó a su madre, y envuelto en rabia y llamas, fue directo a su padre, cuando iba a matarlo, Venus lo empujó.

La espada dió contra su vientre.

-¡NOOO!- el grito de Dios retumbó en la cabeza de Muzania.- ¡VENUS!

Muzania reaccionó. Sacó la espada del cuerpo de Venus y la sangre de la Diosa cayó en sus manos. Muzania comenzó a temblar aún más.

Había matado a alguien...

Sariel sonrió triunfal. Vaya que no había planeado nada de eso. Todo fue por acto del chico. De su dolor.

Venus estaba tirada en el piso, con su cabeza en las piernas de Afrodita. Venus no estaba molesta por aquello. Lo hizo por amor.

Muzania en su sufrimiento, perdió la cabeza, ver en sus manos la sangre de Venus, una diosa celestial, al lado a su madre temerosa, Sariel sonriendo triunfal, sus hermanos aturdidos ante todo eso y los brazos de ellos quemados, se desconocio por completo, no pudo mas y se arrancó las alas. Para los angeles, el intento de suicidio es arrancarse las alas.

-¡No, Muzania!- gritaba Venus, por un instante todo fue gritos, de Sariel, Venus, Afrodita, Muzania y Dios.

El moreno se fue al suelo tembloroso y gritando del dolor, Afrodita intento acercarse, aparto de un golpe a Sariel y fue con su hijo, la sangre brotaba a chorros, Seth y Levin oprimian la herida para que no se perdiera su divina sangre, pero no era posible. 

Venus con sus últimas fuerzas, le dió un obsequio a Muzania, para que al menos pudiese sobrevivir por ello.

-Te dejo a mi hija Briseida. Ella fue hecha para ti. No importa nada, ustedes deberán estar juntos. Pues ella heredará el Paraíso.-la Diosa, casi a punto de morir habló.- Yo te nombro...su ángel guardián...

Sariel estaba molesta. Pero no pudo hacer nada, Venus era más poderosa que ella. Le dió a su hija y sus alas de nuevo. Pronto el chico recupero su fuerza y se sintio mejor. 

Muzania tenía un nuevo propósito, ahora debía cuidar a esa tal Briseida.
La hija de Dios y Venus, sin saber que ella se iba a apoderar de todo su ser.

COMO PUEDEN VER, ESTALLÓ NUESTRO POBRE ÁNGEL. MUZANIA MATÓ A LA ESPOSA DE SU PADRE, Y MADRE DE LA CHICA QUE AHORA, ES. PARA ÉL...

LES RECUERDO, ALISTEN LOS PAÑUELOS. AHORA SE VIENE LO BUENO❤️
LES DEJO UNA FOTO DE LA DIFUNTA VENUS

BESITOS, BM❤️

El Favorito de Dios: Muzania. [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora