Capítulo 18: Lo Que Ella Necesita Para Vivir

51 3 0
                                    

Hubo una vez, en que yo estaba en el Infierno. Esa vez, me creía dueño de todo el mundo. Pero fue aquella tarde en que probé sus labios, y el dulce aroma de su cuerpo. En ese momento, supe que ser dueño del mundo, era nada si no la tenía a ella a mi lado. Y cuando la perdí a ella, me perdí a mi mismo. Prefería pasar una vida con ella, que toda la eternidad solo y sin amor.
                                           ._ Lucifer.

Sariel estaba más enloquecida que nunca en su vida. Sin Evan y sin Muzania, la rubia se entregó a la locura. Sólo la necesidad de ellos la mantenía viva.

En su demencia, comenzó a hablar sola. Se reía y gritaba a los cuatro vientos maldiciones, todas repercutían en Briseida.

Dos días se la pasó riendo como desquiciada, no comía ni bebía nada. Después lloraba con el recuerdo de Lucifer.

Después, perdida en sus rabias y rencores, se decidió a destruir a todos los que la hirieron y recuperar a Muzania de una vez.

-Si, pronto regresarás con mami...

Mientras tanto en Grecia...

-¡¿Quién demonios te crees que eres para llevarte a mi hija?!

Muzania no respondió nada. Era la quinta vez que le hacían esa pregunta.

-¡Responde, maldición!

-¿Y qué quiere que le diga? No me creerá.

-¡Una excusa cualquiera! ¡Una invención!

Briseida se trenzaba el cabello sonriendo un poco. Recordando muchísimo como se sentía tener la boca de Muzania entre la suya.

-Bueno...me creo lo que soy. Su ángel guardián y tengo todo el derecho a protegerla. En el mar no corría riesgo alguno.

-¡Tú no decides por ella!

Briseida frunció sus cejas molesta.
Se levantó del suelo y le gritó a su padre.

-¡Ni tú tampoco decides por mi! ¡Tengo diecinueve años y yo tomos mis propias decisiones! ¡El hecho de que esté enferma, no significa que no pueda pensar!

-¡Eres mi hija, y mientras vivas bajo mi techo deberás obedecerme en todo!

-¡No viviré aquí por mucho tiempo! ¡Me largo!

Raymond tomó a Briseida de su brazo.

-No te atrevas a irte. Vine aquí por ti, dejé a Abril por venir a Grecia. Mi hijo puede nacer en cualquier momento...

-¡Entonces lárgate!- le soltó Briseida.- ¡No quiero a nadie aquí! ¡Déjenme sola, maldita sea!

-¡Sabes que no me voy a ir hasta que te recuperes!

-¡Entonces nunca te irás! ¡Nunca me voy a recuperar, solo estamos aquí porque todos sabemos que me enviaron al mar a pasar mis últimos días!

-Briseida...tranquila. Te puedes alterar...- hablaba Muzania, la chica ya estaba llorando por el dolor.

Raymond lo miró envenenado.

-Tú cállate. No eres más que un farsante...

Briseida se acercó a Ray y le dió una bofetada al chico.

-No le hables así. El farsante lo serás tú, al decir que quieres estar aquí, cuando en realidad lo que quieres es irte con esa imbécil.

-¡Es la madre de mi hijo!

-Pues que madre...

-Lo dices porque tú nunca podrás tener hijos. Morirás antes de saber cómo...- Muzania lo calló con un puñetazo. Y Briseida entristecida, se fue a su habitación.

-Bri...- Raymond se limpió la sangre de la boca.

-Será mejor que te vayas, Ray.- mencionó el padre de Briseida.- Esta vez, te has pasado de la raya...

-Señor Williams...ella...

-He dicho que te vayas.

Raymond miró a Muzania con verdadero coraje.

-Nunca serás mejor que yo, para ella.

-Oh créeme, seré lo que ella necesita para vivir.

Ray fue a su habitación por sus cosas, y se fue después de gritarle a la ventana de Briseida.

-¡No fue mi intención!

Al no obtener respuesta, se fue caminando al aeropuerto.

Muzania se quedó parado en la puerta, observando como Raymond se iba, cuando sintió una mano en su hombro.

Era el padre de Briseida.

-Te pido una disculpa por mis palabras. Es que...amo demasiado a mi hija.

-Lo entiendo. No quiere que nada le suceda, pero ya no es una niña. Y yo no pienso lastimarla.

-Lo sé...es solo que...viste lo que sucedió. Ray está demasiado cansado, aunque no lo admita. Y el comportamiento de Briseida es muy explosivo. Además, nunca ha querido a Abril.

-Yo sé... Raymond nunca la lastimaría.

-¿Podrías quedarte con ella? Has durado, a lo mucho un día a su lado, pero ella se ve mejor contigo cerca...más sana.

-Está bien...me quedaré, solo no se infarte por las situaciones. Ella merece vivir...

-¿Infartarme?- preguntó el padre extrañado.

-Quiero que me deje hacerle un regalo. Pero no se asuste, no se lastimará.

-Bueno...¿Necesitarás algo?

-¿Un barco?- preguntó Muzania sonriendo.

HOLA A TODOOOS♥️
¿EMOCIONADOS POR LA SORPRESA?

LES PROMETO MÁS ROMANCE.
UN BESITO EN EL PEZÓN IZQUIERDO 💖

FOTITO DE BRISEIDA🌹

El Favorito de Dios: Muzania. [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora