1. Quiero ser normal

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Lea Leyendecker

Abrace mi mochila en mi pecho mientras caminaba un poco nerviosa detrás del director hacia mi nuevo salón de clases.

El caminaba con impotencia, seguro de si mismo, un Frank Stein orgulloso de su raza. Recuerdo que acepto sin ninguna duda cuando mi tutor solicito la inscripción de en este instituto después de haberle suplicado a mis padres. Quería ver el mundo de la manera normal, hacer algo de una chica normal... ¿y que mas normal que ir a un instituto?.

Al llegar me imagine algo mas pequeño pero era ¡ENORME!, las 5 torres bastante altas en realidad era lo primero que observaba, luego de eso estaba el campo gigantesco de Futbol, y los jardines llenos de flores coloridas y árboles, en los que abundaban hojas que caían plácidamente con el frío de la noche.

En el césped se podian divisar estudiantes de toda las razas y hasta unas que nunca habia visto, convivian de manera normal solo que cada uno en grupo; los estudiosos con libros alrededor, los futbolistas jugando a empujones, las chicas porristas estaban hablando entre ellas de ¿moda? Supongo, mientras que habia unos que otros comunes con sus amigos con solo el deber de estar al tanto de sus estudios.

Como deseaba una vida asi de facil, solo preocuparte por encajar, tener buenas notas, conseguir al chico o chica que te guste y salir con un titulo en mano para comenzar la universidad en una carrera que te guste.

Podia imaginarme por fin sentarme sobre el césped con un libro entre mis manos mientras unas o otras chicas placticaban conmigo. En mis labios se figuró una sonrisa lijera al estar al tanto de lo que mi imaginación deseaba ser alguien normal.

Pero yo naci siendo una princesa, y haga lo que haga siempre sere una, nunca habia deseado nada de echo siempre cumplia con mis deberes que me correspondian para ser algun dia "la reina perfecta" segun decia mi madre, pero siempre habia deseado un amigo o amiga y no me referia a una dama de compañia o algo asi, me referia a uno en el que yo pudiera encontrar por mi cuenta, reir con sus ocurrencias, que guardara mis secretos y me ayudara a sobrellevar mi vida con consejos, y un hombro en el... Era lo que mas deseaba, y aqui esperaba encontrar aun que sea a uno.

-¿Señorita Lea?- escuche a la lejania, me habia perdido en mis pensamientos. Es que ¡¿como no hacerlo?! Esto era increible.

-¿Eh?- reaccione al analizar que era una pregunta. El me miraba a los ojos con una sonrisa calida, animada y muy segura de si- Lo siento mucho- dije bajando mi cabeza un poco avergonzada tanto por no haber puesto atencion como por el director, era atractivo... Mucho en realidad, espero que no haya notado mi sonrojo.

El rio un poco antes de seguir hablando, me gustaba como el director me trataba como alguien normal y no como una princesa.

-Tranquila, no te preocupes- dijo volviendo a la vista a su camino- Decia que espero que te gusten nuestras instalaciones y si tienes algún problema que no dudes en buscarme.

-oh... esta bien, lo tomare en cuenta- seguimos caminando por el pasillo unas cuantas puertas mas, que suponia que eran aulas de clase.

Divise en la distancia a una Bestia un poco mayor que yo, no habria notado que era profesor si no llevara su maletin. Al verse frente a frente el director y el estrecharon sus manos con gusto y empezaron a charlar, una conversacion que no me digne a prestar mucha atencion, despues que nos presentaran adecuadamente.

Este nos acompaño mientras nos dirigiamos a la ultima puerta del pasillo. Queria explorar pero tendria que primero cambiarme los tacones que mi madre me hace usar diariamente, me dolian mis pies.

Al llegar a la ultima puerta el profesor entro con mucho gusto, al parecer era su aula.

-¿Me podrias esperar un momento?- el director pregunto a lo cual yo asenti, este acepto mi respuesta y se tomo un momento para mirar dentro del aula- Sera rapido tengo que calmar a las bestias- Rio un poco para seguir su camino detras de el profesor, solte un suspiro pesado algo nerviosa

Un vampiro sin sed de sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora