Un vampiro sin sed de sangre

3. Ojos azulados, un mar de emociones

Jaces Vellandria

Después de haber salido casi ileso de la pelea con Kyros, fui a mi habitación para intentar calmar el sangrado, ya que si iba a la enfermería se haría un informe de que estuve ahí por una pelea, aun que el Doctor Richard sea un conocido el ya no me ayuda tanto en esto, dice que lo pueden despedir. Ademas no si iba a la enfermería no podria seguir en las clases de este dia de todos modos.

Les hare un pequeño resumen: Cuando uno de sus sirvientes vio que Kyros estaba en el suelo y yo sobre el desfigurando "perfecto" rostro a golpes, tomo una silla y la rompio en mi cabeza, senti como el golpe fue seco sin remordimiento alguno.

El impacto me hizo quitarme de encima de Kyros, sin dudar me levante rápidamente tocando a un lado de mi cabeza donde impacto la silla, note que la sangre que corría por un lado de la misma mancho por completo mi palma (la que ahora estaba intentando curar)  volví mi vista hasta mis adversarios que ahora eran 4, y les sonreí con una manera algo... psicopatía, note como se tensaron un poco y listo, Game Over... Me desate por completo enseñando un lado de mi que esta prohibido enseñar, mi vista se nublo por completo era un monstruo... ya no sabia que estaba haciendo, solo queria saciar mi sed.

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Laboratorio de biologia, una de mis clases favoritas y una de las cosas que mas me gustaba en esta clase, la profesora (muy linda por cierto)

Bueno en realidad, si me gustaba esta materia pero tenia un trato especial con la joven bruja, que ahora estaba explicando las propiedades de las células vivas como muertas, ya que hay unos monstruos que estamos muertos, otros que nos resucitaron y otros vivos.

Estaba sentado al final de la clase junto a la ventana, descansando mi codo sobre la mesa mientras que mi mano empuñada sostenía un lado de mi rostro un poco aburrido, Catrina estaba sentada en el puesto a mi lado, la chica demonio que tenia una "relacion" conmigo que mas se mantenia por el placer, aun que gracias a sus caprichos tengo que hacer algunas cosas que a ella le agradan como esto. La demonio estaba recostando su cabeza en mi hombro mientras acariciaba la parte de arriba de mi mano con la suya, era un poco fastidioso pero a ella le gustaba esta clase de cosas, faltaba poco tiempo para que me aburría.

Escuche que la puerta de el aula se abrió de pronto tomando la atencion de todos en el aula y un muy alegre Shiba estaba entrando seguido por las risas de Lea quien le acompañaba con una sonrisa adornada de colmillos blancos y filosos. Si lo viera mi hermana que tiene una extraña relación con el que me gusta llamar "amistad-tencionsexual" si viera que Shiba habla de manera tan cariñosa con una chica de inmediato ella fuera puesto orden en la mesa a lo cual el acataria de inmediato, mi hermana era bastante fuerte de caracter.

Ambos pasaron por la profesora ofreciendo disculpas al llegar tarde y continuaron su camino a nuestra direccion con una sonrisa.

--¡Jaces Rhett!--dijo este como saludo, para luego saludar con un beso en la mejilla a Catrina, ellos se llevaban muy bien ya que Catrina pasaba tiempo conmigo constantemente, ya ellos eran mas amigos que yo.

--Te he dicho cientos de veces que no me Llames Rheet-- dije con un poco de mal humor recordandole mis palabras y fije mi vista en la acompañante de Shiba, que tenia un especie de brillo que se estaba volviendo algo comun para mi en sus azulados ojos, el contacto visual entre nosotros fue mínimo ya que su extrovertida mirada se poso en la chica demonio a mi lado.

¿Celosa? Princesa.

El brillo de sus ojos se apago como agua a al fuego y me saludo con la mano de manera tímida mientras ocultaba un mechón de su corto cabello tras su oreja para acompañar a Shiba y sentarse en los asientos adelante de nosotros.