24. La pieza faltante

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Jaces Rheet Vellandria

Acomodaba mi cabello en un rodete intentando que el largo de este no me molestara. Aun faltaba un tiempo hasta que pudiera ver a Stella y no me atrevería a dejar que alguien mas lo corte, no por si podrían cortarlo mal si no por precaución a ella. Si mis amigos, como todos aquí esa vampiresa tenia un carácter que era mejor estar en otra dinastía cuando esta enojada.

Fije mi cabello frente al espejo y la vi reflejada a ella también a un lado de mi acomodando su vestido, con su mirada en el ventanal que llevaba al balcón de la habitación.

--Aun estamos a tiempo para la cena-- comente en un tono bajo mientras la observaba terminar de arreglarse.

--Tenias también una reunión ¿no?-- giro para verme un poco exaltada-- Y supongo que debimos llegar hace un rato. Es de mala educación llegar tarde a una invitación a cenar y todo fue-- Interrumpí sus palabras con un dedo sobre sus labios.

--A la mierda la reunión-- Respondí ante sus preocupaciones. La verdad es que si era una reunión importante pero esto lo valía. Tenia que recuperar el tiempo perdido y aprovechar el poco que tendré con ella... si es que las cosas salen mal.

--¿Estas seguro?-- pregunto.

--Mi padre no se molestara por eso... la que si se molestara es otra-- Vi su mirada algo desconcertada ante mis palabras. Ambos sentidos sobre desarrollados se activaron al escuchar pasos firmemente puestos en nuestra dirección.

--Alguien viene... Parece...-- vi como su olfato intento captar la sangre viva descubriendo de que raza se trataba-- Ay no... Jaces no me digas que es

--En tres... dos...-- Los pasos se detuvieron justo en nuestra puerta enseñando una figura que se hacia con la iluminación del pasillo-- Uno...

Golpes rudos se escucharon en la puerta seguidos de la llave sobre la cerradura. Mire por un segundo a Lea y confirme que estuviera vestida adecuadamente como yo, aun que era mas que obvio lo que habíamos echo.

La puerta se abrió enseñando a una arreglada Jynna que la seguía Jeff y por el rostro de mi hermana estaba furiosa. Ella se paro a unos metros de mi con sus manos en sus caderas como una madre a sus niños revoltosos en una casa hogareña. Su vestido color verde bosque caía suavemente sobre sus rodillas en cascada mientras que en sus pechos pequeños estaban terminados en su escote favorito de corazón. Stella sabia perfectamente como le gustaban sus vestidos.

--¡Mason Rheet Vellandria!-- Suspire pesado ante ese nombre. Odiaba que me llamaran por mi nombre completo.

--¿Si?

--Mi padre... ¡Esta en la mesa hace un rato!

--Tranquila...

--Aidan estaba esperándote ¡Ryder esta metido en esto, Rheet!

--¿Y?

--Ash eres tan infantil-- Me reprocho al ver que no conseguiría nada hablándome así-- Solo arreglalo, van tarde.

--Jynna, tranquila-- rió por lo bajo mi compañera al ver la escena de ambos.

--No estoy tranquila. Aidan hablaría contigo, seria sobre el cambio de planes ya que-- ¿Saben ese preciado momento en el que quisieras partirle la cara a tu hermana por que iba a hacer una estupidez? ¿Si? Bueno ese es mi caso ahora.

Ella pareció darse cuenta de lo que estaba a punto de decir ya que inmediatamente dejo de hablar y suspiro pesado antes de continuar con otro tema.

Es imposible que Lea no pensara nada.

--Ten cuidado niñato-- Me dijo picando mi pecho con su dedo. Ella debería tener mas cuidado-- Estamos tratando de que Ryder vuelva con nosotros, por favor no lo arruines.

Un vampiro sin sed de sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora