22. Miradas que arden

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"Una mirada pequeña puede presentar mas tamaño que una alta. La madurez, seguridad, impotencia o solo ira no depende de ello"
-Pintura Negra-

Jaces Vellandria

Alguna vez cuando caminabas en una multitud, cuando estabas en el salón de clases o si quiera solo en tu habitación ¿Te sentiste observado?

Ese instinto que tienes de mandarte señales de alerta, como si estuvieras en peligro, tu piel se eriza a la extraña sensación de ser observado, esa presion en tu cuello como un calor de una mirada penetrante.

¿Recuerdas alguna vez que eso te sucedió?

Pues justamente a mi me sucedía eso ahora, mientras Lea estaba recostada en mi hombro y sus sentidos super  desarrollados haciendo su función en cada lugar del lago en el que estábamos.

Podia imaginarme quien era y de donde provenía sin embargo no veía ni un solo movimiento extraño que no fuera de la naturaleza haciendo de las suyas, esa era una señal perfecta para entrar directamente al castillo.

El peso de Lea que se distribuía en mi hombro desapareció cuando ella se levantó y me miro con extrañeza, dandome a entender que ella sintió la tención del mismo modo que yo.

--Lea--Hable primero, intentando sonar lo suficientemente normal para no alarmarla-- tenemos que volver-- Mis dedos se deslizaron por su helada pero suave mejilla acariciandola con cuidado mientras mi vista se centraba especialmente en ese lugar del tacto-- Demasiada adrenalina para ambos hoy... Volvamos.

Decidi levantarme limpiando los restos de suciedad que podría haber dejado la tierra en mi ropa, me era conveniente, ya que después de lo ocurrido en la habitación de Alice si quiera me tome la molestia de cambiarme, no era necesario Ajax podria ser un hijo de p*ta pero tenia clase, No le causo ningún daño a mi ropa.

Le extendi mi mano para ayudarle a levantarse, sus ojos zafiros observaron mi palma con detenimiento y subieron recorriendo mi cuerpo hasta mi rostro para quedarse allí unos segundos. La mire con el señor fruncido mientras movia mi mano para que la tomará, ella pareció salir de un pequeño trance al darse cuenta de mi movimiento y apresuradamente tomo mi palma con la suya para irnos dentro del castillo.

Nuestros pasos resonaban en la alfombra roja bajo nosotros mientras nuestros dedos estaban entrelazados al caminar. Una pequeña sonrisa se demostraba en sus rosados labios cada vez que me atrevía a mirarla unos segundos, lo cual me causaba una acción parecida.

Subimos las escaleras y caminamos por los pasillos hasta llegar a la puerta de su habitacion, tome el pomo de la puerta y lo gire para abrirla dándonos paso a la zona requerida. Mi cuerpo se veía bastante alto al de ella consta nos adentrabamos al lugar, su pequeño cuerpo se posicionó frente a mi con una mirada bastante relajada sobre la mía, haciéndose notar mas alta de lo que su cuerpo decia.

--Los Reyes no han regresado desde que se fueron a lo de la muralla, supongo que lo mejor es que te quedes aqui, avisaré y dejare que te traigan lo necesario, sientete en casa-- Hable en un tono bastante cordial, nada indebido ni innecesario.

--Esta bien, Jaces agradezco eso-- Su tono fue del mismo modo que el mío solo que este no fue dirigido correctamente a mi, ella empezó a caminar por alrededor de la habitación prestando atencion a todo lo que contenía.

Oculte mis manos en los bolsillos de mi pantalon, mientras la observaba moverse delicadamente alrededor de la gran habitacion posicionando su vista especialmente en los cuadros que adornaban las paredes dándoles un color mas llamativo.

--Date una ducha para relajarte y descansa, la cena  la serviran despues de todo-- Me di la vuelta para encaminarme a la puerta de salida y volver a mi habitacion no sin antes pasar a la de Jynna.

Un vampiro sin sed de sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora