19. Con tan solo una gota de tu sangre

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La flor que florece en la adversidad, es la mas rara y hermosa de todas.

Jaces Vellandria

--Tengo que ir con los demás comensales para ver cuál es la gravedad de la situacion-- Mi hermana se levantó de su respectivo asiento para acomodarse el vestido y empezara caminar a la salida-- Rheet-- Llamo mi atencion-- No hagas nada que yo no haría.

--Solo... la llevare a un lugar seguro-- le respondí antes de que ella saliera.

¿que debería hacer?

¿Como podría cuidarla de cualquier peligro, si el peligro soy yo? ¿Como podría saciarme de su sangre que me trae loco y tener en cuenta que podría dañarla? La mire de reojo y efectivamente ella estaba haciendo lo mismo. Su perfecta mirada azulada estaba analizando cada parte de mi rostro como si intentara deducir que estaba pensando, sus cejas algo caídas notaban la preocupación de sus pensamientos, sus labios tan dulces como su aroma que me harían suplicar si ella lo intentara intentaban formular las palabras adecuadas ante la situacion, pero esta chica estaba tan impactada como teníamos planeado.

--Jaces...--Me dijo rompiendo el momento que me parecieron horas-- ¿Tu crees...-- interrumpi sus palabras.

--Tus padres estarán bien--Dije con una "sonrisa" complaciente. Quería darle a entender que todo estaría bien, aun que no fuera del todo cierto. Una sonrisa igual de falsa de su parte me daba a entender que estaba angustiada pero no se doblegaria-- ¿Te parece si damos un recorrido por el castillo? Necesito enseñarte unas cosas-- extendi mi mano para ayudarla a levantarse.

Esta es...

--Bueno...-- Dudo-- Esta bien-- me confirmo mientras tomaba mi mano y se levantaba para empezar a seguirme.

Su mirada iba de un lado a otro analizando todos los colores vivos de nuestro castillo, amando cada lugar o eso me decía su mirada, notando que vivió entre sombras desde el inicio, que "había mas colores" que los que representaba su castillo.

--¿Puedes decirme que esta pasando?-- Dijo un poco timida, como si temiera decir algo malo.

--Solo son los demonios con otro de sus caprichos de poder-- respondí casi automático a su pregunta.

--No-- Se detuvo en seco en medio del pasillo.

--Lea... camina, no es momento parar-- Dije volveandome a verla mientras trataba de no mencionar su comportamiento infantil.

--¿Porque nadie puede decirme algo completamente claro?-- Me replicó un poco mas obstinada-- ¿Porque siempre me están mintiendo para lo que sea? Estoy arta de todo esto-- Continuo volviendo sus sentimientos ira y confucion.

--Lea calma-- Dije acercandome a ella con lentitud.

Podía entender como se sentia, sabia que ella necesitaba respuestas a toda la locura que estaba sucediendo, entendia como podría estar tan colapsada su mente al tratar de entender todo y a un tiempo record. Ella quería respuestas y se las daría.

--Puedes decirme al menos... ¿Porque insistes tanto en que me aleje de ti?-- Dijo con sus ojos cristalinos mirándome con frustración.

Esta es...Esta es mi ultima oportunidad.

--Dejame enseñarte ¿Si?-- Pregunte en un tono bastante neutral a pesar de saber lo riesgoso que era hacer esto.

Tome su muñeca con delicadeza para empezar a llevarla al lugar mas importante de este castillo, el lugar que me había jurado no volver a entrar y olvidar.

El ultimo piso de el castillo.

Ella decía que le gustaba el frío de la noche que podría entrar por la ventana y los rayos de la luna que se reflejaban en los hermosos vitrales de colores que adornaban sus ventanales. La habitación mas amplia del piso, usaba sus amplias paredes para colocar cada cuadro que ella pintaba para adornarlas, casi todos trataban de nosotros, de nuestros poderes, sonrisas... Emociones...

Un vampiro sin sed de sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora