Solo el amor puede salvarme, pero como siempre, yo no puedo amar, ni mucho menos, aceptar que me amen.
~Alejandra Pizarnik ~EMMA
A mi corta edad ya he aprendido a vivir con tanto caos a mi alrededor, que otras personas simplemente ya estarían derrotadas.
Yo no, o quizás porque Paul mi querido hermano siempre estaba ahí como apoyo, no estaba sola, desde que él se fue todo cambio, llevo conmigo tantos secretos, que existen días que no me dejan dormir, y hoy es uno de esos días quizás porque me encuentro sola, todo esto de Carol y Matt me recuerda mucho a lo sucedido, y aunque me niego a pensar en Lucas su comportamiento me tiene de mal humor y no se el por que o quizás si se,
pero me niego a creer que pueda ser eso.Cuando por fin logro dormir, el incesante sonido del móvil me despierta, pero quien molesta tan temprano, veo la hora en el reloj de mesa y faltan 15 minutos para las 7:00 am.
- ¡Emmaaaaaaaa! - Alejo el móvil, su molesto grito tan común en ella me enloquece acerco de nuevo el móvil y continua - Disculpa el grito pero es que no sabes he tenido que esperar 7 horas para llamarte y contarte, que por fin Matt me ha pedido como todo un príncipe que sea su novia, fue todo como en un cuento de hadas.
- Ya era hora no, me alegra tanto Carol - Quizás no este muy de acuerdo, pero el la hace tan feliz, que me toca aceptarlo muy a mi pesar.
- Si bueno te dejo que Matt ya a terminado el desayuno es tan mono, Diooos es que me encanta tienes que verlo sin camisa con toda esa destreza en la cocina que provoca comérselo.
- Ok, te dejo antes de que se comiencen a calentar más las cosas por acá y Carol.
- Si , dime.
- Limpia esa baba que seguro tienes por ver a Matt.
- Estúpida - Ríe y se le escucha tan feliz.
- Vale, chao nos vemos más tarde.
- Vale, te quiero - Y corta la llamada, no espera un te quiero de vuelta ella me conoce tan bien sabe que no soy de expresar, pero ella sabe cuanto la quiero aunque no se lo diga.
Después de organizar un poco el apartamento, adelantar algunas actividades de la universidad, noto que no he probado bocado en todo el día y toda esa actividad despertó mi hambre, pero cocinar digamos que no es mi fuerte así que decido ir a comprar algo, no pediré a domicilio hoy me provoca caminar un poco, voy por dinero, el abrigo y mis audífonos que no pueden faltar y doy marcha hacia el primer lugar de comida rápida que encuentre.
Después de caminar unas pocas calles llego a el parque, ya que en frente esta un local de comida rápida decido pedir una pizza y un batido, mientras espero mi turno de pedir, noto como todos están acompañados, en la esquina esta una pareja demostrando todo su amor ella le da de comer de su pizza en la boca y él solo sonríe ante la situación, a su lado como si no pasara nada están un grupo de chicas charlando de lo mas animadas, y así voy repasando todas las mesas, como todos son felices o fingen ser felices quien sabe que se esconde detrás de cada una de esas sonrisas.
- Señorita, su pedido ya esta listo, para llevar, ¿cierto? - Escucho al chico que atiende.
- Si, por favor - Le entrego el dinero y me marcho obvio que no comeré acá, todos acompañados y yo sola deprimente no.
Pero como aún no quiero ir a el apartamento decido ir hacia el parque y sentarme en unos de los bancos que queda frente a la fuente, la verdad este parque es una auténtica obra de arte es enorme, excelentes jardines, césped bien cuidados y sobre todo la fuente con un bellísimo espectáculo de luces que se puede admirar a esta hora estoy a punto de sentarme en el banco cuando veo hacia el lado y noto que el césped se ve muy provocativo así que decido ir a sentarme en el, desconecto los audífonos del móvil y dejó que la música suene, tomo mi pedazo de pizza y me recuesto en el césped comienzo a relajarme con el momento, hasta que una sombra nubla mi vista y no logro ver muy bien de quien se trata.
- Siempre te estas acostando en lugares muy peculiares chica raran- esa voz la conozco tan bién, y me causa mucha gracia que haga referencia a como nos conocimos, yo acostada en la hamaca rodeada de ebrios súper alejada en un jardín.
- Que te puedo decir - Y no se si es que estoy agotada tanto física como mentalmente que solo me quedo ahí y sonrió y veo como una sonrisa escapa de su boca, notó como se ha relajado su pose.
- Nada, que eres una chica muy rara - Y sonríe, vaya 2 sonrisas en menos de 10 minutos se ve tan guapo desde este ángulo por que tiene que ser tan hermoso parece todo un dios griego - Ya puedes dejar de comerme con la mirada - Y sonríe 3 sonrisas ya, pero que esta pasando y yo también no dejo de sonreír es como si estuviésemos en un mundo alternó.
- Ya quisieras tú, y además no se supone ¿que tu me estas ignorando? - Aprovecho para sacarme esa espinita que no se por que me afecta tanto.
- Si - Deja de hablar un momento en el que suspira y continua - Que te parece una tregua por esta noche - Suspira y continua - ¿Te parece?, mañana puedes seguir odiando a los chicos como fueron las palabras - Hace como que esta pensando y continúa - ¡Ah ya!, peligrosos.
Esas fueron exactamente mis palabras la noche que Carol me comento por teléfono lo de las carreras en moto, la voz que escuche esa noche fue la de el, escucho todo lo que le dije a Carol y por que las dice como si le afectaran tanto o solo es mi imaginación.
- Entonces tregua - Y le sonrió - Puedes acostarte también si quieres en mi césped - Vuelve a sonreír 4 veces ya, aja y por que estas contando cuantas veces sonríe Emma - ¿Quieres pizza?.
- Si, por que no - Se acuesta a mi lado con su pizza y no se si es porque realmente estoy tan agotada que no tengo ni ánimo de discutir ni nada referente a lo sucedido que nos quedamos en silencio contemplando las estrellas.
Me sorprende lo agradable que resulta, nos quedamos un buen tiempo así, me doy vuelta y él también lo hace quedamos frente a frente y solo nos miramos nadie habla, se le ve tan tranquilo cierra los ojos aprovechó para observarlo mejor y si que es un chico muy guapo.
- Ya deja de comerme con la mirada - Sonríe y yo también lo hago, se acerca un poco más pasa su mano por mi mejilla y mete un mechó de cabello detrás de mi oreja, deja su mano sobre mi mejilla y con su dedo la acaricia y debo reconocer que es tan agradable que solo cierro mis ojos ante su tacto.
Π¶Π¶Π¶Π¶Π¶Π¶
Nota: El de la foto es Paul Baker (Jacob Elordi)

ESTÁS LEYENDO
SIN RETORNO
Fiksi RemajaSomos circunstancias de la vida que no elegimos ser. Amar nunca ha sido fácil y eso no los han demostrado los grandes clásicos literarios. ¿Hasta que punto estamos dispuestos a luchar?. Cicatrices sin sanar y un presente empañado por el pasado. Em...