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EMMA

<<<<TIEMPO ATRÁS.

— Un dolar por tus pensamientos — Dice Michele cuando detiene el auto en un semáforo, la verdad no he dejado de pensar en que estoy haciendo.

Se ve tan sexy manejando en ese traje negro hecho a la medida no puedo dejar de mirarle es tan ardiente esa incipiente barba, como quisiera sentirla en una parte muy especifica de mi cuerpo.

— En lo bien que me vería conduciendo este súper auto veloz.

— Eso no pasará — dice sonriendo.

— Te ves lindo sabes — el me mira frunciendo el ceño cuando se detiene en un semáforo.

<< Cuando sonríes — le digo sintiendo como se me calientan las mejillas.

— En cambió tu siempre estas linda y más cuando te ruborizas — Dice rozando los dedos por mi mejilla.

Siento su mirada fija en mi, lo cual también le sostengo y siento como las cosas se calientan, se que es un poco mayor, pero joder como quisiera en estos momentos dejar que haga conmigo lo que quiera.

Las constantes e irritantes bocinas de los autos al pasar nos sacan de nuestra pequeña burbuja, ya el semáforo a cambiado y nos hemos quedado detenidos.

— Deja que conduzca quiero darte algo — le digo y alza una ceja típico de él.

— No creó que eso pase.

— Anda no seas aburrido — Creó que lo piensa por la expresión que adopta.

<< No te arrepentirás ya verás — Presiono un poco.

— Esta bien — Dice soltando un suspiro.

Conduce un poco y estaciona para poder hacer el cambio, baja rodeando el auto cuando llega a mi lado abre la puerta me tiende la mano y yo encantada bajo y hago lo mismo para tomar el puesto del conductor, visualizo 3 camionetas negras detrás de nosotros supongo son sus guardaespaldas y los míos.

— Aún no me acostumbro a que siempre me estén siguiendo — Digo cuando cierro la puerta del conductor, abrocho el cinturón y lo miro.

<< ¿Como lo haces?.

— Terminas acostumbradote supongo, siempre he tenido personas vigilandome desde que tengo uso de razón.

— ¿No te molesta a veces?

— Como no tienes idea — Dice posando sus manos en el cuello y desabrochando la corbata posterior a eso quitando los primeros botones de la camisa dejándose caer en el respaldar del asiento, se le ve cansado.

Eso no le quita que todo el desborde sensualidad, es tan ardiente, Dios por que tiene que ser tan guapo.

— Entonces esto no te molestara — Le digo embozando una pequeña sonrisa.

— ¿Que harás? — Dice poniéndose en alerta.

— Vamos relajate, tú, solo dejate llevar.

Sin dar tiempo a que responda acelero entrando a la autopista, comienzo a pasar los autos y comienzo a dejar atrás a los guardaespaldas, pensé se opondría al ver lo que intentaba, no lo miro pero se que no ha dejado de mirarme.

— Joder este auto es tan fantástico, o sea todo el voltaje que tiene y es tan suave, pero veloz. ¡Me encanta! — Suelto un pequeño grito.

<< Deja de mirarme — Le digo sin dejar de sonreír aún cuando comienzo a sentirme rara con su mirada.

SIN RETORNODonde viven las historias. Descúbrelo ahora