29

14 2 1
                                    


EMMA

<<<<TIEMPO ATRÁS.

- Bienvenido a nuestra segunda parada - le digo después de unos pocos minutos.

<< Mi pequeño paraíso acá en la tierra.

Llegamos a un acantilado con obviamente la vista mas maravillosa del mundo.

- Creó debo decir que es hermoso.

Volteo a verle la cara y su expresión es entre divertida y confundida.

- Debería sentirme un poco ofendida, o sea te estoy mostrando mi lugar especial y tú solo dices eso - suspiro de forma dramática encendiendo la luz que se encuentra dentro del auto - Pero, se que a esta hora obviamente no es tan fabulosa la vista, como en el día.

Veo hacia el frente.

<< De día es la cosa más preciosa que podrás observar y sin contar lo especial que es al amanecer o a el atardecer, ver como el cielo se une con el mar - suspiro recordando cuantas veces he venido, la paz que este lugar me proporciona es casi mágico - Y no solo eso.

Veo la hora, 7:57pm.

<< Dentro de poco se enciende el faro que se encuentra - Me levanto un poco del asiento y me acerco mas para señalarlo con mi mano izquierda, la cual queda frente de su cara.

El me observa fijamente a los ojos, sigue por mi brazo tan lentamente y observa hacia donde le he señalado, a lo que mágicamente se enciende la luz del dicho faro.

<< Se dice que hace años existía un pescador, que salia en su embarcación a pescar, lo cual siempre regresaba de noche, su esposa antes de verlo partir le decía que volviera siempre a ella, a lo cual el siempre le repetía exactamente las mismas palabras -(Siempre volveré a ti, eres mi faro en la oscuridad y mi puerto en tierra),- se dice que un día salio y no volvió, a lo que ella mando construir el faro, a los meses él la encontró.

<< Se dice que se había perdido, estuvo deambulando en alta mar y su faro le ayudo a volver.

Cuando volteo a mirarlo se encuentra con la vista fija en el faro, como si su mente estuviese en otro lado.

- Michele.

No responde, a lo que le toco el hombro y le vuelvo a llamar.

<< Michele, estas bien.

Saliendo por fin de su estupor el voltea y me mira.

- Después de todo, si es algo bonito.

<< Y la historia bueno, creó que es mentira, pero igual creó que debería decir que es, no se, linda.

- Ya guarda silencio - le digo sonriendo y quitando el cinturón de seguridad para poder levantarme y agarrar la comida que se encuentra en la parte trasera del auto.

<< Espero te guste la comida y sino guarda silencio, no dejare que también digas que esta comida no es la mejor - le digo sacando mi cabeza de la parte de atrás y señalándolo con mi dedo - Te lo prohíbo.

El solo sonríe y continuó, le entregó las hamburguesas y luego una lata de refresco.

- Ok, todo un banquete, cierto - me acomodo en el asiento y le doy una mordida a la hamburguesa - ¡Oh Dios! - exclamó saboreándola - Esto es la gloria.

<< Una bonita vista - le miro y entrecierro los ojos - Y no digas que no se ve nada - a lo cual el levanta una mano en señal de me rindo - Una rica cena- le doy otra mordida y continuó - Cosas lindas y sencillas de la vida - termino dándole un sorbo a mi refrescó.

SIN RETORNODonde viven las historias. Descúbrelo ahora