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EMMA

<<<<TIEMPO ATRÁS.

Me siento y me veo como si una manada de búfalos me pasaron por encima.

Me visualizo en el espejo y vaya el aspecto que reflejó es realmente horrible, en los brazos unas vendas que cubren lo lastimadas que estaban.

Después de Danson traerme a casa Paul ha salido corriendo con Marta y Farella detrás, Paul me cargo hasta mi habitación haciendo miles de pregunta de como me encontraba no estuvo tranquilo hasta que llamo a un doctor de confianza y le dijo que solo tenia moretones por los golpes, me limpio y vendo el área afectada del brazo pero nada grave.

Después de dejarme sola, ducharme y tomar algo para el dolor, Paul entro a mi habitación el regañó y los reclamos no pasaron por alto.

— ¡Joder Emma! — Suspiro cansado la preocupación en su rostro era evidente — Sentí que el mundo se me escapaba cuando me dijeron que te habían atrapado — Se acostó a mi lado abrazandome con fuerza como si necesitará ese contacto para creerse que estuviese bien —  No sabes lo mucho que te amo y lo destrozado que estaría si te pasara algo y más por mi culpa — Me dice dejando escapar una lágrima.

— Lo siento de verdad, no era mi intención pensé que saldría todo bien el plan era ir a donde Carol pasar la tarde con ella, lo necesitaba, después de todo lo que he descubierto me ha agotado — Le digo en un suspiró — Pero me desvíe del camino acá, ya me conoces y bueno pasó lo que paso — Me alejo un poco y le miro a la cara quitando con mi dedo una lágrima, ¡Dios mi hermano esta realmente mal!, las ojeras son evidencia de lo poco que ha descansado.

<< Esto no es culpa tuya, ni de Farella.

— No dejaré que les pase nada a ninguna de ustedes ni a mi hijo.

Vaya es primera vez que le escuchó decirle su hijo.

— ¡Ay Dios Paul!, aún no me creó el que seras papá.

— Ni yo — Dice el pasándose la mano por la cara — Ha sido toda una sorpresa, pero me gusta, estoy tan emocionado de verle nacer, crecer — La felicidad en sus ojos se refleja cuando hablo de su hijo que es tan tierno.

— Seras un gran papá Paul, de eso no tengo la menor duda.

— Eso espero — Me da un beso en la cabeza — Tu duerme yo cuidare tus sueños hoy como cuando eramos pequeños.

Quise llorar, que seria de mi vida si me llegase a faltar Paul.

— Te quiero tanto Paul — Le digo soñolienta las medicinas comienzan hacer efecto y solo escuchó cuando el también me dice lo mucho que me quiere y así me dejo caer rendida.

Ya era más de medio día y el estomago no me deja de rugir motivo principal por el que me levante de mi cómoda cama, quería pasar el día acostada creo que merezco darme un descanso, pero mi estómago pide que lo alimente.

Sin mucho animo me cepillo los diente, no me quito mi fabulosa pijama que consiste en un pantalón rosado y marrón lo cual tiene dibujado pequeños monos con la camisa a juego, mis pantuflas de mono acorde con el atuendo, pues si duermo muy glamurosa.

Nótese el sarcasmo.

Tomo una liga y me marcho a la cocina como me duele hasta el alma decido bajar en el ascensor, una vez llegando a la primera planta evitó el salón principal ya que noto por las paredes de vidrio que hay más movimiento de personal de lo que hay normalmente, paso por frente a uno de los grandes espejos que se encuentran en la gran sala que da al pasillo del área de cocina veo mi reflejo.

SIN RETORNODonde viven las historias. Descúbrelo ahora