Noticias que duelen

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Llegamos a un precioso campo con algunas flores y no podía creer que exista algo tan simple pero a la vez precioso, el lugar emanaba una paz infinita. Olviden el auto perfumado, este seria mi verdadero lugar favorito.

Estaba profundamente embelesada por el lugar así que no vi desaparecer a Liam, hasta que sentí sus pasos tras de mí. Voltee para encontrármelo con una cesta de mimbre para picnic.

Una sonrisa de oreja a oreja se formo en nuestros rostros, y supe que este chico y su sonrisa iban a traerle problemas a mi corazón.

Se puso de cuclillas y saco una manta blanca, no podía dejar de ver cada uno de sus movimientos, rápidamente la extendió en el fresco césped y con la cabeza me indico que tomara asiento. Sin dudarlo me senté con cuidado de no enseñar nada. Rayos , debí ponerme un pantalón! Saco unos platos de porcelana blanca, colocó fresas, galletas, brochetas de frutas,emparedados,unas bananas en trocitos, uvas, una botella de vino tinto,una botella de agua,dos sodas y un par de copas. No podía creer que había traído esto para mi, para nosotros.

Apenas termino de acomodar todo, tome una foto velozmente. Era lo mas dulce que alguien había hecho por mi, debía conservar un recuerdo.

-Es hermoso, de verdad gracias por esto.- dije sonriendo y comprimiendo todas las ganas de abrazarlo.

-Tu eres mas hermosa- dijo provocando un rubor en mis pómulos.

Conversamos tanto, reí sin parar. Este chico era tan dulce, tenia tanto miedo, una cosa es que alguien te guste y otra es enamorarte. Y yo no podía enamorarme tan rápido de el no?.

-En que piensas?- Liam acarició mi mano y jugo con mis dedos.

-En todo.- respondí.

-Camila, se que es rápido pero me gustas, me gustas mucho- acunó mi rostro en su mano.

Deje que su mano acaricie mi rostro y sonreí.

-Eres tan dulce- murmuré.

El también me gustaba, pero no podía decírselo verdad?

Cuando Liam sonreía volvía chinitos sus ojos, tome una fotografía sin que el lo notara. Terminamos de comer y guardamos todo, me acomode con mi espalda en su pecho y me abrazo, colocando su mentón sobre mi coronilla. Y nos quedamos así, quien sabe cuanto tiempo. Conté las estrellas y no creía posible que esto me estuviera pasando a mi.

-Gracias-dijo en un susurro.

-Por que agradeces? Yo debería decir eso- dije riendo

-Por estar aquí, por haber aceptado salir conmigo.

-Fue un placer- sonreí sabiendo que no podía verme.

-Camila tengo que decirte algo...

En ese momento me alarmé, sentí que mis músculos se tensaban y tuve mucho miedo, que podía decirme? Que todavía estaba con mi prima? Que era una broma? Que era tan ingenua por creer que podía haber un chico que me haga feliz? Estaba desesperándome. Tranquila Camila tranquila, me decía a mi misma.

-Mi papá va a llevarme con el a Washington dijo en un susurro.

Quería oír de todo menos eso, ni si quiera era mio y ya estaban arrebatándomelo , no , sentí que mi corazón se rompía en pedacitos, me dolió tanto.

-Es una broma verdad?- dije volteándome y buscando su mirada, cuando sus ojos se encontraron con los míos supe que no era una broma. Iba a perderlo sin si quiera tenerlo, esta no era una cita. Esta era una despedida. Yo había creído que era el inicio de algo, quería creer que podíamos ser algo, pero la vida es así de injusta , te da algo , te hace creer que puedes ser feliz y luego te lo arrebata, el destino y la vida eran así conmigo, como un maldito huracán que arrasaba con todo lo que tenia en frente. Estaba jodida, nunca había podido ser feliz. Creí que Liam podía ser esa felicidad, pero me equivoque una vez mas, creí que el me sacaría del agujero en el que estaba, jugando a ser la chica perfecta, cuando yo sabia que estaba irremediablemente rota.

-Me gustaría quedarme, pero mi vida no es color de rosa Cam, se que no mereces que llegue, te diga cosas bonitas y me vaya, te juro que me duele, que si pudiera me quedaría,se que no no conocemos mucho pero si me dieran a elegir me quedaría aquí, me quedaría contigo,con mis hermanos pequeños, con mis amigos.

-Cuando?- pregunte con miedo a oír la respuesta.

-Mi avión sale en seis horas.

Sin pensarlo lo abrace, lo abrace fuerte creyendo que así el no se iría,que el castaño por el que estaba empezando a sentir las susodichas mariposas,no se iría, que era una broma, pero en el fondo, muy en el fondo sabia que el no era para mi.

De que valía tenerlo todo, dinero, un fideicomiso, una herencia,autos, toda la ropa que quisiera,zapatos, bolsos si iba a quedarme sola.

-Gracias... por aparecer- dije acariciando su cabello.

-Voy a agradecerle a Cesar el resto de mi vida, haberme puesto ese estúpido reto,por ese reto te conocí, y no me arrepiento. Eres inteligente, divertida y hermosa. Deseo que cuando regrese te encuentre en una fiesta riendo y bailando o caminando por el centro comercial cargada de bolsas, feliz.

- No voy a ser feliz nunca- dije bajando la cabeza

-Camila, quieres ser mi novia?

Y esa pregunta cayo sobre mi como un baldazo de agua fría, si quería? Pues si, definitivamente si.

-Tu sabes la respuesta. Dije sonriendo mientras una lagrima caía por mi mejilla

Liam acaricio mi mejilla llevándose la lagrima con su pulgar.

Liam estaciono el auto en la puerta de mi casa, eran las ocho de la noche y su vuelo saldría en cinco horas así que debía irse, todavía no lo procesaba.

Bajo del auto y camino hasta mi asiento para abrir la puerta, sin decir ni una palabra me abrazó. Ese era el abrazo de despedida. Era mi novio ahora, mi novio se iba.

-Me voy tres meses, y quieres saber por que no te he besado? Por que en realidad esta no es una despedida, en tres meses te veré y voy a besarte,voy a besar los labios de mi novia.

Sonreí ante sus palabras, aunque seguía teniendo lagrimas en los ojos.

Beso mi coronilla y se fue, se fue de la ciudad, de nuestro vecindario, se fue de mi lado.

Esa noche llore, llore hasta decir basta, se que nos conocíamos poco, pero tenia miedo, de no volver a verlo nunca, de que yo deje de gustarle en el tiempo que se iba. Me quede dormida entre mis lagrimas.

La mañana siguiente me levante a las 6 a.m, era sábado y por lo general dormía hasta mas tarde pero tenia que saber si Liam ya había llegado a su destino. Efectivamente tenía un mensaje suyo de hace tres minutos.

-Buenos días preciosa, ya llegué. Supongo que estás dormida, te mando un abrazo.

-Buenos días, puse una alarma para saber si llegabas bien.

-Gracias, en serio te agradezco esto.

Suspiré, tenía que ser fuerte, tenía que esperar los tres meses, Liam iba a volver y todo estaría bien.

VEMOS LA MISMA LUNADonde viven las historias. Descúbrelo ahora