VEMOS LA MISMA LUNA

Partido importante Parte 1

Cam:

Me miro al espejo por última vez, tratando de que así, mis nervios se calmen un poco. Mi habitación se nota más pequeña a causa de todo el desorden de hoy. Las regionales empezarán en menos de dos horas y yo aún no estoy lista.

Mi maquillaje es luminoso y bonito, mi cabello está recogido en media coleta, bajando con ondas que no tardé casi nada en lograr. El uniforme se ve precioso, como nuevo.

Estoy mucho más nerviosa de lo que nunca creí que estaría. Este partido es muy, muy importante. Y si pasamos, dentro de cuatro días serán las nacionales. Que rápido han pasado los meses.

Tomo mi bolsa de entrenamiento y guardo mi neceser, cosas de aseo, teléfono, ropa de cambio y unas alpargatas que pienso usar, si todo va bien nos reuniremos con el equipo de los chicos al terminar el partido.

Salgo de mi habitación al mismo tiempo que mi hermana, está vestida exactamente igual a mí. Podríamos parecer gemelas, o la una siendo el reflejo de la otra en un espejo, si no fuera por que ella trae una cola de caballo completa, el mismo lazo negro y rojo que yo, y los labios de color nude, mientras los míos son un rojo pasión.

Mi hermana me sonríe y toma mi mano. Juntas bajamos las escaleras y encontramos a Robert, Cata y Carmen en el salón, esperándonos.

Nos montamos en la camioneta que usa Robert, Cata, Sam y yo vamos atrás. No decimos mucho, estamos tan nerviosas como para hacer algo que no sea repetir nuestra rutina en nuestra cabeza. Y nuestra familia nos conoce tan bien, que saben que pasa.

Entrar a la escuela es un caos terrible, la multitud de estudiantes, amigos, profesores y padres, se encuentra aglomerada en el estacionamiento. Nunca un partido había estado así de concurrido. Es obvio que esto es importante, muchos chicos y chicas necesitan dejar lo mejor en la cancha para ser admitidos en las universidades. Tengo entendido que los reclutadores de diversas universidades estarán presentes esta noche.

Por fin encontramos un lugar donde estacionarnos. Nos bajamos y tomamos nuestros maletines de la cajuela. Sam y yo corremos dentro de los vestidores para encontrarnos con el resto del grupo, mientras mi compañía se dirige a las gradas a buscar el mejor asiento para ver el show.

Es tarde, espero que encuentren buenos lugares.

La gran mayoría de las chicas está aquí hoy, todas se ven preciosas, el iluminador en sus hombros refleja como diamantes al sol.

Estoy tan contenta y a la vez algo desilusionada, esta es una de las ultimas veces en que seremos este equipo, pueden llegar más chicas, sí, pero nosotras nos complementamos de un modo especial.

Conversamos un poco sobre la rutina, mencionamos lo mucho que nos queremos, nos abrazamos como si la vida se nos fuera en ello.

Nos abrazamos como el equipo que somos.

Dentro de media hora empieza el partido y aún no hemos visto a los chicos, se supone que nosotras dirigimos la entrada y ellos nos siguen, mostrando sus sonrisas y saludando. Cada vez que hacemos eso, puedo ver los videos y parece de película o serie adolescente.

Decidimos ir a molestar a los chicos, que se encuentran en su vestidor, así que será un tanto complicado entrar, pero, no es imposible.

Salimos de nuestro vestidor y caminamos al de un lado, es el de los chicos. Nuestros pasos parecen los de bailarinas de ballet, bueno con suerte parecemos la pantera rosa.

La valiente que empuja la puerta del vestidor y asoma un pie, es mi hermana. Da unos segundos para que alguno de los chicos hable, o grite. Sin embargo, nadie lo hace, así que ahora asoma su cabeza, ve por un momento y con su mano derecha nos hace una seña de "síganme"