Navidad y Misterios

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Camila:

Es hora de alistarnos para bajar a cenar, he notado que muchas familias usan pijamas a juego para pasar noche buena, nosotros no. No siento que pueda estar sentada en el piso abriendo regalos, con el pijama puesta; Sam dice que es ridículo y solo sonrío.

Decido darme un baño otra vez, ingreso al baño de mi habitación y me observo al espejo, tengo una apariencia sana y radiante, y me alegra sentirme bonita.

Suelto la cola de cabello que ata mi cabello castaño y lo cepillo suavemente, cuando ya está listo, dejo el peine sobre el lavabo y coloco mi lista de reproducción en el celular.

Para ser honesta, después de tanto tiempo estaré a solas con Liam, y solo imaginar su presencia hace que aparezcan un millón y medio de mariposas revoloteando en mi estómago.

Alejo todos esos pensamientos, necesito relajarme. Abro el grifo y mientras la bañera se llena, me desvisto rápidamente y coloco mi ropa en el suelo, como puedo.

Me baño, acariciando mis piernas y masajeando con una crema, mientras paso el rastrillo, por que admitámoslo, no lo hacemos siempre.

Salgo de la bañera, con los nervios a flor de piel, visualizando en mi mente, que atuendo usaré.

Me paseo por el armario, observando mis zapatos, se que quiero usar algo bonito, pero sin llegar a lo exagerado.

Encuentro unos pantalones Jean a la cintura, un jersey blanco y unos estiletos de color caramelo que hacen que se vea formal y lindo al mismo tiempo.

Me visto, maquillo ligeramente y me peino con ondas ligeras. Una vez lista, me encamino al salón para reunirme con mi familia.

Todos están aquí, Cata, Carmen, Robert y Papá, todos llevan una copa de vino en la mano y conversan cálidamente.

-Buenas noches- Sonrío y me acerco para sentarme al lado de papá.

Todos responden mi saludo y antes de que tome asiento, mi padre se pone de pie, lo cual me sorprende.

- ¿Tienes un momento? - Cuestiona y hace mucho no lo había visto tan serio.

Asiento y es inevitable que la preocupación invada mi cuerpo.

-Permiso- Dice mi padre antes de dirigirse a su despacho sin si quiera pedirme que lo siga, inmediatamente entiendo que algo anda mal y bajo mi cabeza.

-Propio- Murmuran los demás mientras yo lo sigo tímidamente.

El estudio de mi papá se siente mucho más pequeño y lejano de lo que en realidad es.

Mi padre se apoya en su escritorio y tomo asiento en el sofá que está frente a este.

-Cuando leí en las noticias, que estabas envuelta en un escándalo- Dijo con un tono suave pero firme- No entendí exactamente cual era el problema- Me observa y no puedo determinar que emoción hay en su mirada- Por eso Adam Montgomery nos invitó a cenar, el quiere limar asperezas y averiguar qué pasó exactamente.

Hay un silencio profundo después de eso.

-Pero mamá sabe algo más- Susurro.

-Sí, al parecer el hijo de Adam vino a armar un problema en mi propia casa, y yo no lo sabía.

-Lo lamento.

-Lo sé Camila... Creí que simplemente te divertías, con él y luego con Pablo- Suspira- No se como diablos llamar a esto- Mira un punto fijo en la pared- Y no sé, quizá por eso la prensa ató mal los hilos, pero yo si necesito saber que pasa.

VEMOS LA MISMA LUNADonde viven las historias. Descúbrelo ahora