Amistad, dulce amistad

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Este capítulo está dedicado a una de mis mejores amigas, ella es La Elena de mi vida, aquella chica que siempre está para mí, a pesar de todo, no importa cuantas veces repita el mismo error, esa misma cantidad de veces estará dándome su mano. Gracias Mabel ♥.


Liam estacionó su auto en un parque de diversiones, una sonrisa inmensa se extendió por mi cara, admito de que tengo un poco de miedo de que me vea gritar en la montaña rusa o algo así; pero a pesar de todo estaba muy contenta, esto era algo que hace muchos años no hacia, y me encantaba que el haya tenido esta idea. No era nada del otro mundo, era algo sencillo y bonito pero el simple hecho de que el esté conmigo hacia que sea muy especial, cada cosa con el era especial a su modo, como la vez que fuimos de picnic o a cenar, o solo ver una película en casa como también sentarnos en el porche.

-¿En que piensas ojitos?- me preguntó sacándome de mis pensamientos.

En que muero por besarte

Sonreí- Hace mucho no venia, y me gusto que pensaras en este lugar.

Liam acaricio mi mejilla.

-Lo mejor para mi chica-

"Mi chica"

Sentí mariposas en el estómago, como cada vez que él me decía algo dulce.

Luego de subir a varios juegos y pasar un par de horas increíbles, caminamos tomados de la mano y llegamos a un pequeño mirador, Liam me abrazaba desde atrás, con sus manos alrededor de mi cintura y su mentón en mi hombro. Así que de esta manera se sentía la felicidad, no se necesitaba dinero, ni un precioso auto ni toda la ropa del mundo, solo lo necesitaba a el, a su sonrisa, y estar entre sus brazos. Nos quedamos así por varios minutos hasta que voltee lentamente y me acurruque contra su pecho. No podía creer que estuviera aquí, se que todavía no hemos arreglado nada de los problemas que tenemos como drogas, las peleas y mucho menos de mi error, pero solo por unos minutos iba a permitir que solo seamos el y yo, después de haberlo extrañado lo único que quería era quedarme aquí, con su respiración en mi cuello.

Liam tomó mi mentón y levanto ligeramente mi rostro, nuestras respiraciones se mezclaban y nuestras narices se rozaban lentamente. Mire sus labios y fue lo único que necesitó para plantar un suave y cálido beso en mis labios, no tengo palabras para describir lo maravilloso que se sintió, pero les daré una idea... creo que sus labios estaban hechos para encajar con los mios, la forma en la que mis labios seguían a los suyos, ese compás, nunca había sentido nada igual en mi vida.

Nos separamos y me abrazó mas fuerte, plantando un corto beso sobre mi coronilla. Nunca me había sentido tan plena en mi vida. Y se que ya no estamos juntos, se que ya no es mi novio pero se sentía como si lo fuera, como si nunca hubiésemos terminado.

El seguía abrazándome y yo supe que era momento de la gran pregunta.

-¿Liam?

-¿Si?- dijo mientras me sonreía.

- Mmmm- vacile un poco, estaba muy nerviosa.

-Dime, ¿qué sucede?-Dijo mirándome fijamente con ternura.

-Mmm, ¿que somos?- pregunte con rapidez, antes de que la valentía se escape de mis venas.

-Somos amigos- dijo acariciando mi mejilla.

Me safé de su agarre como si me hubiese abofeteado. ¿Amigos? Los amigos no se besan y tampoco se acarician así. Que tonta soy, yo aquí enamorada de el , y el aprovechándose de mi.

Lagrimas amenazaban con salir de mis ojos, no esperaba esa respuesta, definitivamente no, yo no le pedía nada mas que cariño, por que solo quería eso, todo lo demás no importaba, solo lo necesitaba a el, nada mas que a el.

VEMOS LA MISMA LUNADonde viven las historias. Descúbrelo ahora