Confesión

52 7 1
                                    


Liam cortó el poco espacio que nos quedaba acercándose más a mí. Acarició mi rostro con las yemas de sus dedos y se sentía como si estuviera en el cielo, extrañaba su tacto, el calor que emanaba su piel.

-Cam, mi vida- Dijo en un susurro casi ahogado.

-Perdón Liam, pero no puedo- Dije dando una vuelta y yendo hacia la dirección contraria.

En ese momento mi corazón volvió a romperse en mil pedazos, pedazos que creía haber construido después de la primera vez que el rompió mi corazón.

Me encontraba tan mal emocionalmente, sentía que estaba a punto de estallar. Nunca nada me había hecho sentir tan confundida, ¿Cómo se supone que voy a superarlo?, siento que ya no puedo, estoy dándome por vencida. Le di a Liam mi corazón y lo único que hace es clavarle un puñal cada dos por tres, no tiene piedad de mí, de mis sentimientos y del amor que le tengo.

Se que esta metido con malas juntas, pero eso no le da derecho a lastimarme, yo tenia esperanzas, esperanzas de que cambie, de que mejore, y ni si quiera por mi o nuestro amor, quería que mejore por él, para estar bien consigo mismo, pero en este preciso instante creo que es imposible. Yo haría todo para que el este bien, para que pueda salir de eso, para que sea el chico que conocí. ¿Cómo es posible que en un par de meses haya cambiado tanto? Fue un cambio radical. No dejaba de pasear por mi cabeza el hecho de que se droga, y tiene amigos delincuentes, he visto las cosas que publica, cosas horribles, vulgares y de las cuales no estoy nada orgullosa. Liam es mas que eso, Liam es mejor que todo ese mundo, y aunque me niegue a aceptarlo se muy bien que todavía tengo fe en él, fe en que quizá algún día venga, luche por mí, haya dejado esa vida loca, y podamos ser felices. Como si esas cosas pasaran, todos sabemos que no es así. Sigue soñando Camila, sueña con que el algún día te querrá de verdad, repito a constantemente a mí misma.

Estoy en los servicios de la recepción, secando mis lagrimas con una servilleta, para evitar que noten mi tristeza, lo único que quiero en estos momentos es tomar aire y salir corriendo hacia donde nadie pueda hallarme y poder pensar, descansar de toda esta situación que esta lastimándome con cada segundo que pasa, se que lo mas probable es que salga y encuentre a todas las personas de mi entorno preguntándome que sucede, y yo como siempre evadiendo sus preguntas, evadiendo el hecho de que cada día me desmorono un poco mas y mi sonrisa es solo una mascara para todo el dolor y la preocupación.

Ni si quiera he sido del todo honesta con mis mejores amigas, la verdad tengo vergüenza, a que me vean débil y vulnerable, a que piensen que estoy sufriendo, aunque sea cierto, debo estar bien. No puedo dejar que el amor siga quitándome mis risas y alegría, mis momentos felices e inolvidables, basta de que Liam Thomas Montgomery tenga ese poder sobre mí.

Todas las chicas merecemos lo mejor, merecemos ser felices y saber que nuestra pareja nos ama y valora, necesitamos un amor puro, no podemos ir por la vida dejando que nos hieran, no podemos dejar entrar en nuestra vida a cualquiera, y si, decirlo es demasiado fácil pero cumplirlo es algo completamente diferente, se va toda la valentía, el valor, se retira la fuerza que solíamos tener, simplemente recordamos cuanto lo amamos y zas, nuevamente bajo sus redes, mientras ellos esperan para atacar y seguir rompiendo corazones.

He llegado a pensar que pido demasiado, pero ahora, justo aquí, me doy cuenta de que no es verdad, lo único que he pedido ha sido amor, respeto y sinceridad, y no he recibido nada de eso. Merezco mas que solo migajas de afecto, merezco todo aquello que yo doy, merezco importarle a alguien, que quiera conocer mis miedos, mis sueños, las cosas que me hacen reír y las que me hacen sentir mal, alguien que quiera conocerme lo suficiente para hacerme feliz y dejar que yo también lo haga, merezco a alguien que no tema enamorarse de mí.

VEMOS LA MISMA LUNADonde viven las historias. Descúbrelo ahora