Explicaciones.

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Un rato después bajamos, hacemos como si nada hubiera pasado, fue solo un desliz a causa del alcohol, me repito constantemente. Sin embargo, sigo malditamente borracha y con ganas de que se quede a mi lado, que vele mi sueño.

A la una de la madrugada, todos empiezan a pedir sus taxis e irse a casa, mi hermana se va a dormir y cuando no queda nadie más en casa, Liam me mira a los ojos y se acerca lentamente a mí, me abraza y me siento protegida, pero eso no cambia nada, no podemos estar juntos.

- ¿Amigos? - Cuestiono, por un momento veo como sus ojitos se tornan tristes, pero levanta la vista, sonríe y asiente. Me abraza nuevamente y dice, "Amigos".

Desde la puerta de mi casa veo a Olive subiendo en el auto de Liam, él se detiene antes de abrir la puerta de su lado y me sostiene la mirada unos segundos, su mirada es juguetona, alegre, luego se sube al auto y los veo alejarse.

Para ser honesta esto es mejor que nada, no sé si en realidad seremos de esos amigos que se cuentan sus problemas y van por un café o si solo es un término para aligerar el ambiente, pero me gusta. Ser su amiga es mejor que nada, me da paz.

Tengo que ser sincera, me veo en el espejo y no puedo creer que me haya atrevido a hacer una borrachera en mi casa en lunes, es imposible. Mi cabello está horrible, me duele la cabeza y tengo unas enormes bolsas oscuras bajo los ojos. Sacudo mi cabeza de lado a lado para despertarme bien, se supone que sería algo más tranquilo, no dudo en ser la única que se haya embriagado hasta este nivel de resaca, voy a justificar mis acciones diciendo que Liam vino a mi casa y que no sabía lo que sucedía. Y, a decir verdad, recuerdo todo, casi todo, todo lo importante.

Me desvisto y me meto velozmente a la ducha, mi despertador sonó hace cinco minutos, y en dos horas debo estar en clase, creo que el tiempo me alcanza de sobra. Me doy un baño con agua muy fría, para despertarme del todo. Cuando salgo de la ducha, busco en mi mesilla de noche, una aspirina. Se que no debo tomar pastillas con el estómago vacío, pero, honestamente la necesito, no puedo con este dolor de cabeza.

Busco algo que ponerme, algo cómodo y que provoque la ausencia visual de la resaca, jean, camiseta blanca, chaqueta denim y tenis blancos. Seguido corro al tocador y aplico una gran cantidad de corrector en mis ojeras, máscara de pestañas y un labial vino tinto. Recojo mi cabello en una coleta, atándolo con una pañoleta negra y busco unos lentes de sol para disimular, no quiero llegar con el aspecto de una ebria a la escuela.

Guardo unos lapiceros, un cuaderno pequeño y mi billetera, dentro de una pequeña mochila de cuerina.

Me siento mucho mejor, la pastilla si que hizo un buen efecto. Bajo las escaleras y encuentro el salón recogido, me siento avergonzada. Prefiero no molestar más a Carmen, me monto en mi auto y me voy a la escuela.

Hoy solo tengo una clase, en la primera hora, es clase de química y tengo muchísimo sueño, espero que acabe pronto ya hoy tenemos practica de pasos para la coreografía, la entrenadora nos había dado dos semanas para avanzar mientras ella se encargaba del papeleo de las regionales, sin embargo, el día de hoy se presentará y estoy segura de que nos hará entrenar mucho más duro de lo que hemos hecho hasta ahora.

Sin darme cuenta, la clase termina, hoy era solo teoría y el profesor decidió no decirme nada, se lo agradezco con todo el corazón.

Voy a la cafetería y encuentro a Angela, Sophie, Alejandra, Sam y Katie- Sophie levanta la mano al verme y me acerco a ellas para tomar asiento. Mi hermana me pregunta si tengo hambre, asiento y va a comprarme algo de comer.

VEMOS LA MISMA LUNADonde viven las historias. Descúbrelo ahora