Capítulo 30

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- Louis dame de esas galletas - es hora del almuerzo  y Louis pasa frente a mi con unas galletas Oreo muy apetecible . Solo a mi se me ocurre querer comer algo dulce a estas horas del día

- ganatelas , no sabes lo que me costó traerlas hasta aquí. 

- No seas infantil - reprocho haciendo puchero.  De repente me entran unas increíbles nauseas alguien pasa a mi lado con un pollo o deduzco que es algo parecido ya que huele delicioso pero por una u otra razón me dan nauseas y hasta  siento que en cualquier momento voy a caerme porque me mareo.

- ¿Te encuentras bien ?- se preocupa Louis de repente. 

- Tengo que ir al baño - me sostengo de sus hombros y dejo que me guíe hasta el baño de mujeres por razones obvias el no entra conmigo. 

Tardo un tiempo ahí,  gracias a Dios no vomito,  como puedo me lavo la cara y cojo un poco de papel para secarla luego. 

- Qué me pasa,  que yo sepa no estoy enferma - hablo viendo mi reflejo en el espejo.  Me toco el vientre y los pechos.

No vayan a pensar mal,  simplemente noto que he subido notoriamente de peso,  y no entiendo. He estado haciendo ejercicios con Nicolás siempre salimos a caminar juntos aunque yo no hago dietas y como lo que sea y a todas horas.

Por algo sentí que la ropa que llevo puesta hoy me quedaba un apretada,  llevo una falda blanca hasta las rodillas y de talla alta,  y una blusa que deja un poco los hombros al descubierto.

Voy atando cabos y no puede ser lo que estoy pensando,  sacudo la cabeza en una negativa. 

- ¿ Te encuentras bien?  - cuestiona Louis al verme salir. 

- Estoy bien

- Esto ha sido raro,  que yo sepa no eres de enfermarse. 

- No estoy enferma - aseguro,  pero rezo porque  tenga alguna anemia o lo que sea,  menos lo que estoy pensando que es. 

Ahg,  estoy loca .

-  No me había fijado hasta ahora pero tienes una pancita bastante visible. - comenta Louis y ya esto es el colmo.  Trato de no mirarlo de forma reprobatoria Porque realmente tiene la razón.

- Tendré que ponerme al día con los ejercicios - bromeo y salimos de ahí. 

Raramente el tiempo a pasado volando y ya he concluido mi jornada laboral

- ¿Puedes llevarme a casa?  - pido a Louis,  esta mañana vine al trabajo en taxi porque se me pinchó una llanta y no me dió tiempo de llevarlo al mecánico.

- Por mi no hay problema ¿Aun no te sientes bien?  - curiosea

-  Estoy bien,  pero no quiero llamar un taxi.

- bien entonces. 

Terminamos de salir del edificio y vamos al parking directo a su auto.  Subimos al auto y el arranca. 

Durante el trayecto vamos haciendo bromas o tarareando canciones que los dos evidentemente desconocemos,  y debo decir que Louis y yo somos buenos amigos al principio  la gente gente creía que eramos novios por la manera en que nos tratábamos y habíamos adquirido la costumbre de salir casi todos los viernes.  Pero resulta que el esta comprometido y de hecho conozco a su novia  que es bastante agradable. 

- De paso vamos a comer algo - invita. - que desde que estas con Nicolás ya casi no sales conmigo los viernes - el simple hecho de que haya mencionado el nombre del innombrable ya me causa disgusto.

- No seas exagerado  salimos hace  dos semanas. 

- Tuve que torturarte. 

- no seas mentiroso - río. 

Cómo lidiar con este hombre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora