Capítulo 25

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- ¡Ya voy! - grito por tercera vez al escuchar el timbre ¿A quien se le ocurre venir a visitar a estas horas del día?

Toda despeinada busco mis pantuflas y sin importarme que solo llevo un bluson bastante grande salgo a abrir la puerta.

Y vaya sorpresa la que me llevo, es tanta la impresión que vuelvo a cerrar la puerta, y me recuesto de este con los ojos tan abiertos que seguro parecen dos huevos fritos. No estoy en condiciones para ser vista.

- Isa, no seas dramática y abre la puerta - habla Nicolás y casi puedo jurar que ha puesto los ojos en blanco, resoplo y hago el intento de acomodar la maraña de mi cabello y vuelvo a abrir la puerta.

- ¿Que haces aquí? - cuestiono sin siquiera saludarlo.

- Señorita, que modales son estos, desde cuando olvidaste saludar a tu futuro esposo - me besa sin importarle la cara que llevo y las condiciones en las que estoy, de hecho, creo que ni me he cepillado.

Entra, cierro la puerta, y me quedo ahí parada.

- Ay, pero que hermosa luces así - sonríe mirándome descaradamente. Ignoro su comentario, aunque me emociona lo que ha dicho sabiendo  que luzco espantosa.

- ¿He olvidado algún compromiso? - cuestiono algo perdida, por que en serio no se a que se debe su visita, no es que no me guste su presencia en mi casa, de hecho me encanta. Pero es raro tenerlo aquí a estas horas, aunque no me sorprende que llegue de repente ya que lo tiene por costumbre y Nicolás hace lo que quiere y cuando quiere.

- De hecho si lo tenemos - dice, y se acomoda en el mueble - necesito que te bañes y te cambies rápido, iremos a visitar a mis suegros - No digo nada, creo que ya con mi expresión basta.

Calculemos esto :
Mi novio llega a mi casa bien temprano, viéndome en las fachas en la que estoy, después me dice que vamos a visitar a sus suegros, lo que quiere decir que iremos a ver a mis padres y yo ni les he avisado. ¡Que buena forma de empezar mi sábado!

- ¿Estas bromeando verdad? - me esfuerzo por observarlo seriamente.

- No.

- Ok - termino diciendo, porque no vale la pena contradecirlo. Paso frente a él rascando mi frente pensando en lo interesante que será este día. - iré a ducharme - termino de informarle.

-Isabelle llevas tres horas en esa ducha - grita Nicolás y no puedo evitar reírme, se lo mucho que le desespera esperar a alguien.

- Ya casi termino - grito - si quieres puedes venir e ir sacando mi maleta. Me coloco frente al espejo mientras trato de recoger mi cabello en una coleta alta.

De repente siento una buena nalgada y doy un pequeño salto , sin darme tiempo a reclamar siento a Nicolás detrás de mi tomándome por la cintura - no sabes lo sexy que luce tu trasero en ese pantalón - luego de susurrar eso en mi oído me besa el cuello y sin poder evitarlo la piel se me eriza un poco, me estoy volviendo adictiva a sus labios.

No reclamo, no me hago la difícil, más bien le sigo la corriente. Y es una de las mejores sensaciones.

- Nicolás desearía continuar pero tenemos que irnos - interrumpo después de un largo rato .

- Que aguafiestas eres - se aparta y toma mi maleta, mientras yo trato de acomodar mi ropa y mi cabello. - Continuaremos esto en casa de tus padres.

Al salir de casa veo a Nicolás acomodando la maleta en una Runner 4x4  color rojo vino.

- Ohhh Rayos Nico - grito a ver la belleza que tengo al frente.

- Es mi último bebé más
preciado - Dice mientras lo acaricia .Paso a su lado le doy una nalgada quitándole las llaves que sostenía en manos

Cómo lidiar con este hombre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora