✦ [ Día 18: Escribir o leer sobre el amor. ] ✦

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[ ᴀ sᴛᴏʀʏ ᴛʜᴀᴛ ɪs ɴᴏᴛ ғɪᴄᴛɪᴏɴᴀʟ: ᴅʀᴀᴄᴏ x ᴛᴏᴅᴏs // ᴅʀᴀʀʀʏ ]

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Era difícil escribir de el mismo, se conocía tan bien, pero a la vez se desconocía demasiado que podría jurar que era un extraño en ese momento, ¿por dónde empezar? ¿qué decir?... ser sincero era un buen comienzo, pero no quería quedar como un egoísta por que reconocía que era un ser odioso la mayoría del tiempo, que sus palabras llenaba la cabeza de las personas con palabras hermosas, pero no era un individuo grandioso, con tendencias a la superioridad y soledad agobiante.

Temer a que los demas te conozcan era horrible, pero no sabía que escribir que fuera real sin referirse a alguien o momento en particular, así que decidir hacerlo de sí mismo y como le gustaba escribir era un paso a terminar una historia más de aquella lista que había aprendido a apreciar mediante los días.

Leía libros ansiosamente todo el tiempo, tapaban sus ideas erróneas... le daban alas de ser escritor, porque creía que, para ser un buen proyector de obras, tenía leer de otras. Se levantaba cada mañana a leer y escribía en las tardes, junto a casi quince tazas de café que literalmente era ese número... le gustaba escribir de amor, aunque él no estaba enamorado y aquel sentimiento lo había dañado demasiado.

Era una carga, porque no sabía amar ya... cuando los trucos se le acababan, sus romances se iban, y ni siquiera se ofendía por eso. Siempre regresaban, porque en su no tan humilde opinión, era único. Le gustaba encantar a las personas, volverlas dementes, ser demasiado tanto que cuando querían abandonarlo, volvían tarde o temprano. Diciendo que él era bueno y piadoso, cuando él sabía que no era así, solo veían la ilusión que creaban ellos, era lo que los manipulaba a sí mismos.

Jamás fingió ser alguien que no era, la sinceridad ante todo en la personalidad. Ellos veían lo que querían ver.

En el fondo cuando madrugadas llegaban, sentía que era un juguete, que nadie lo amaba porque él no podía hacerlo, por eso le gustaba escribir de amor... porque podía poner su corazón en algo que jamás lo lastimaría ni juzgaría, que podría hacerlo sentir enamorado sin que lo dejaran, poder tenerlo en sus manos de alguna manera, amaba sus historias, eran lo que lo volvía invencible en un mundo tan aburrido, y aún más... en una ciudad que aborrecía porque todos eran extraños hasta para él, que lo era de pies a cabeza.

No hay nada más raro que lo raro para otro raro.

Evitaba escribir de personas específicas, pero estaba haciéndolo en este momento, desnudando sus secretos esperando a que nadie lo juzgara... y que la lista se terminara pronto, fue un mes de duro trabajo, aunque casi nadie lo apreciara.

¿Por qué evitaba escribir de alguien en especial? Por qué los volvía eternos. Su filosofía de vida era que, si un escritor, lector o cualquier ser viviente escribía de otro ser humano, lo convertía en inmortal que iba a quedar plasmado hasta que todo rastro del escrito se borrara de la faz de la tierra, incluyendo la memoria del autor. No quería darle a ningún imbécil de su lista, el derecho de vivir en una simple historia que publicada adaptado a un ship ficticio, iba a matarse con tan solo pensarlo... aunque esta era la excepción, tenía que decir la verdad.

Su ultimo ex lo había vuelto loco, era unos años menor... un niño prácticamente, le había dicho que era lo peor luego de volver cuatro veces a sus brazos, Draco no lloro, porque era un ciclo sin fin.

Writober 2019 [ Harry Potter ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora