Writober 2019 [ Harry Potter ]

✦ [ Día 2: La Snitch plateada ] ✦

[ ᴀ sᴛᴏʀʏ ɪɴᴄʟᴜᴅᴇs ᴀ sɪʟᴠᴇʀ ᴏʙᴊᴇᴄᴛ: ʜᴇᴅʀɪᴄ ]

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La Snitch plateada era algo que pocos magos permitían al estar acostumbrados a la antigua dorada, brillante como el oro y la cerveza de mantequilla, nunca iban a permitir que el lugar de tal objeto fuera otorgado a una pelota de color plata que no tenía significado verdadero para los fanáticos de Quidditch en toda la historia del deporte. Pero para Harry era majestuosa, digna de reconocimiento por que, aunque fuera violeta, verde o naranja, era una Snitch y eso no quitaba que fuera una de las cosas más importantes de su vida.

Muy pocas veces en los partidos se jugaba con la plateada ya que ni siquiera a los pequeños equipos de Quidditch de Hogwarts les gustaba por más que Harry bufara todo lo que quisiera, la mayoría elegía a la dorada y contra el voto de todos, no podía decir nada, bastante irónico ya que él era el único que iba a poder atraparla y tomarla, no el resto. El de ojos verdes estaba sospechando que solamente a él en particular le gustaba la Snitch plateada y cuando tuviera la oportunidad de tener una propia, la iba a tomar como el mayor de sus tesoros.

Eso creyó hasta que una noche la vio volando enfrente suyo cuando abrió los ojos en la madrugada. Intento tomarla, pero no podía... era demasiado rápida y ni siquiera había salido de su cama, estaba seguro de que paso por el retrato entrado detrás de algún estudiante que estaba afuera de la sala común a esas horas.

No le tomo demasiado tiempo tomar su capa de invisibilidad, lentes, zapatos y correr detrás de ella. No podía verla bien, aunque tuviera su varita dándole luz, aún tenía la vista borrosa por levantarse hace poco tiempo, era viernes y Hermione le mataría al enterarse que estuvo por el castillo un día de clases cuando había tantos peligros para el afuera ahora que Voldemort podía volver en cualquier momento.

Se estaba cansando de buscarla, no tenía su escoba ni era un partido, además fue una muy mala idea seguirla. Cuando intento darse la vuelta e ir a su sala común, fue empujado abruptamente contra una pared.

― ¿A dónde vas? ― pregunto el Hufflepuff sonriendo con sus dientes perfectos y ojos grises que dejaron callado a Harry con su varita apuntándole ―

Cedric Diggory era unos años mayor que Harry, siempre estaba sonriendo y era el Hufflepuff más carismático que conocía... y también es más lindo. El encanto del castaño era innegable, Potter se había quedado viéndolo varias veces por lo atractivo que este era, siendo un adolescente con las hormonas por el cielo era normal tanto como estar nervioso en ese momento cuando el más alto le quito la capa al Gryffindor viéndolo directo al rostro, Hermione y Ron le habían mencionado que a veces lo atrapaban observándolo como en aquel momento.

― ¿Te gusta mi Snitch plateada? ― pregunto una vez más a Harry ― muchas personas no saben valorarlas, son igual de especiales que las doradas.

― Supongo que sí. ― contesto rápidamente el de ojos verdes haciendo que Cedric solo se acercara aún más a su rostro ― ¿por qué estaba en la torre de Gryffindor? ―

― Pensé que ya lo sabías ― dijo el mayor demasiado confiado para el gusto de Harry que estaba a nada de gritar de los nervios que le producía la cercanía de este ― supe que te gustaban las snitch plateadas... y quise mostrarte la mía.

― ¿Era necesario hacerme venir hasta uno de los pasillos más solitarios del castillo? ― interrumpió Potter contemplando como Cedric ladeaba su cabeza mordiéndose el labio inferior ― pudiste mostrármela en el comedor... supongo que nos conocemos lo suficiente como para hablar después de clases...

Aunque Harry quisiera seguir argumentando todo lo que quisiera, Cedric lo cayo de un beso, que al principio no fue correspondido, pero Harry no tardó en responderle con la misma pasión, mientras la Snitch plateada volaba a su alrededor, esperando ser atrapada por alguno de los dos buscadores que por primera vez estaban demasiado ocupados como para tomarla entre sus manos. 

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